Dormir en un hotel cápsula es algo bastante habitual en Japón. Sin embargo, durante nuestro viaje a Japón y pese a que entre nuestros objetivos estaba el de dormir en un hotel cápsula, por diversas circunstancias tuvimos que renunciar ello.
Esta opción, sin embargo, parece que poco a poco se ha ido exportando a otros países. Es por ello, que cuando estábamos preparando nuestro viaje a Vietnam tuvimos el conocimiento de la existencia de, al menos, un hotel cápsula en Vietnam. Desconocemos si existen más hoteles cápsula en Vietnam, pero el existente en la ciudad de Ho Chi Minh debía ser suficiente para cumplir con la experiencia (tampoco le llamaría el sueño) de dormir en un hotel cápsula.
QUE ES UN HOTEL CÁPSULA
Los hoteles cápsula surgen en Japón como una fórmula barata de pasar la noche para aquellos que habiéndose desplazado a otra ciudad desde la suya propia por el motivo que fuera (por trabajo o por salir de fiesta, por ejemplo) habían perdido el último transporte público (generalmente, el último tren) de regreso a su hogar.
Los hoteles cápsula están formados por unas dependencias comunes (duchas, salas de estar, taquillas) y por los dormitorios, donde las distintas camas se sitúan en compartimentos cerrados, de aproximadamente dos metros de largo por algo menos de un metro de ancho, aptos para una sola persona y que en cierta manera, recuerdan bastante a los nichos de los cementerios.
Lo cierto es que dentro de esta cápsula o nicho, puede haber comodidades varias, como tu propio aire acondicionado, enchufes varios, televisión, conector para auriculares, espejo…
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NUESTRO HOTEL CÁPSULA EN VIETNAM
Nosotros utilizamos los servicios del hotel cápsula Kaiteki Hotel en la ciudad de Ho Chi Minh, la antigua Saigón. La particularidad de este hotel es que no solo tiene compartimentos tipo cápsula, si no que también tiene habitaciones dobles ordinarias. De manera que, como viajamos con Marc, que ahora tiene 7 años, y no está permitida la entrada de niños en las cápsulas (al menos, durante la noche), lo que hicimos es reservar una habitación doble más una cápsula. Y esto para dos noches. Una noche, fui yo quien durmió en la cápsula y la otra noche, lo hizo Isa.
El hotel dispone de dormitorios con cápsula separados para ambos sexos, que se encuentran en distintos pisos. Con la llave de la cápsula, te entregan también las instrucciones para usar una taquilla individual. También te dejan una toalla para que te puedas duchar en la zona habilitada para ello y el mando de la televisión.
La cápsula, como comenté, debe medir casi los dos metros de alto por unos 90 centímetros de ancho. En el interior tienen aire acondicionado propio, televisión, espejo, enchufes y entrada para conectar los auriculares (para no molestar a los otros vecinos de cápsula si se mira la televisión).
La sensación de claustrofobia es nula y las cápsulas son bastante cómodas. Como única pega de la cápsula diría que, quizá, el colchón sea un pelín duro.
Por otra parte, el hotel cápsula de Vietnam, en Ho Chi Minh, se encuentra ubicado en una de las zonas de más ambiente de la ciudad, por lo hay un pelín más de ruido del deseado. En mi caso esto no fue problema pues suelo dormir con tapones.
En fin, que aunque no pudimos cumplir con nuestro objetivo de dormir en un hotel cápsula en Japón sí que hemos podido disfrutar de esta misma experiencia en Vietnam y la verdad es que como tal, ha valido la pena.
Os dejo en enlace al Hotel Cápsula de Ho Chi Minh o Saigón por si queréis cotejar los precios. Nosotros pagamos 8 USD por la cápsula y unos 20 USD por la habitación doble.
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