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PIRINEOS ORIENTALES, FRANCIA. Fin de semana de esquí y patrimonio.

El departamento de los Pirineos Orientales, en el sur de Francia, a solo un par de horas de Barcelona, supone una de las más fáciles escapadas de fin de semana que se pueden organizar desde Catalunya. Bellas poblaciones como Vilafranca de Conflent o Colliure, preciosas joyas del románico como la Catedral de Elna y los Monasterios de Sant Miquel de Cuixà o Sant Martí del Canigó, bellezas naturales de primer orden como las Cuevas Grandes Ganalettes o el macizo del Canigó y una buena cantidad de estaciones de esquí, como Fontromeu, Les Angles o Formigueres, son solo algunos de sus alicientes.

Como cada año, hemos intentado subir al menos un fin de semana a esquiar. Casi siempre, la idea es poderlo combinar con algo de recorrido cultural, con el fin de aprovechar el desplazamiento. El año pasado, por ejemplo, aprovechamos nuestra esquiada en Andorra para conocer parte de la ruta del Románico de Andorra.

Esta vez, en nuestra visita a los Pirineos Orientales, hemos podido disfrutar de una jornada de esquí en Fontromeu y, a la vez, de un bonito recorrido por el patrimonio de esta zona del sur de Francia que ha comprendido el monasterio de Sant Martí del Canigó y el Priorato de Serrabona , así como la amurallada población de Vilafranca de Conflent, incluyendo sus famosas grutas de las Grandes Canalettes. En este post os hablaré del día de esquí en Fontromeu y de la visita a Vilafranca de Conflent.

ESQUÍ EN FONTROMEU

La estación de esquí en Fontromeu es una de las diversas que se localizan en el departamento de los Pirineos Orientales. El hecho de que en pocos kilómetros a la redonda se encuentren dispersas varias estaciones de esquí (como Epic Porte Puymorens, Les Angles o Formigueres) da lugar a que los esquiadores se dispersen entre los diferentes dominios esquiables (permitiendo un mejor aprovechamiento del día de esquí) así como una mayor competencia del precio del forfait que repercute en un menor coste (el precio del forfait de 1 día en Fontromeu es de 37 euros por 46 euros el de Grandvalira en Andorra, por ejemplo).


Llegamos a Fontromeu sobre las 9 de la mañana desde nuestro alojamiento en Ria-Sirach. Justo enfrente del telecabina que traslada a los esquiadores desde la población a la estación de esquí encontramos un parking subterráneo, gratuito y con capacidad para 400 vehículos. Tras adquirir el material de alquiler, subimos al telecabina que nos acerca hasta la zona de Les Airelles. Marc está especialmente nervioso. Después de haber esquiado el año pasado dos veces con ayuda de monitor, esta será la primera vez que lo hará con la única ayuda de sus padres.

La estación de esquí Fontromeu-Pirineus 2000 comprende un dominio esquiable con 43 kilómetros de esquí repartidos en 43 pistas. Se trata de una estación de esquí eminentemente familiar, pues de las 43 pistas, 10 de ellas son verdes y 10 azules. Sin embargo, quien quiera disfrutar de mayores emociones, también dispone de 9 pistas rojas y 9 negras. Fontromeu dispone, a su vez, de una área de juegos para niños y principiantes, incluida una pista para trineo con bebes. El amante del esquí de fondo también puede disfrutar de Fontromeu gracias a sus 111 kilómetros preparados para esta práctica.


Pese a que nuestra visita a la estación de esquí de Fontromeu se produce en sábado y que el día es bueno (solo por la tarde nevará ligeramente), la verdad es que las pistas se encuentran con un nivel de ocupación que las hace idóneas para poder aprovechar el día, algo que, a veces, hemos echado en falta.

Durante toda la jornada de esquí no debemos esperar, jamás, más de cinco minutos para tomar el siguiente remontador, ya sea un telesilla o un telearrastre, de manera que se maximiza la jornada de esquí.

Nuestro día de esquí transcurre placentero, combinando las pistas verdes con las azules, puesto que Isa no nos permite que, con Marc, nos acerquemos a las rojas. La verdad es que Marc ha mejorado muchísimo desde el año pasado y no tiene problema alguno para esquiar con bastante solvencia. De hecho, durante toda la jornada de esquí en Fontromeu se irá al suelo una sola vez. Una vez más se cumple aquello de que los niños aprenden mucho más rápido que los adultos.

La mayoría de pistas de esquí en Fontromeu son anchas y la calidad de la nieve es óptima. Únicamente son dos las pistas que encontramos cerradas. Desde las cotas más altas de la estación, a nivel del Roc de la Calma, la naturaleza se manifiesta espléndida. Desde allí es fácil diferenciar el monte Carlit, que tiene una altitud de 2921 metros y que parece querer dominar la estación. Las vistas son excepcionales en este punto que podría denominarse, de vista panorámica.

Después del almuerzo, que realizamos en la zona de les Airelles, aun tendremos tiempo para disfrutar de un par de horas más de esquí. Marc está excitado por la jornada vivida y su padre, también. Mañana ya tendremos tiempo para que nuestro cuerpo nos recuerde la existencia de algunos músculos que teníamos olvidados. Las agujetas no fallaran a su cita.



Alquilamos nuestro material de esquí en Loca Sport, que se encuentra en el pueblo de Fontromeu, a 300 metros de donde se toma el telecabina a las pistas. El material es bueno y el precio, muy competitivo. Alquilando con la aplicación de Skiset se consiguen descuentos de entre el 10 y 50% y desde este enlace, un 5% adicional.

VILAFRANCA DE CONFLENT

Vilafranca de Conflent es una pequeña y encantadora villa medieval que se encuentra a medio camino entre la estación del esquí de Fontromeu y Ria-Sirach, donde tenemos nuestro alojamiento. Aunque ya había tenido la oportunidad de visitarla hace más de 20 años, decidimos que será un buen lugar para dar una vuelta y merendar. Al día siguiente ya tendremos oportunidad de visitar la Cuevas Grandes Canalettes, uno de los grandes alicientes de la población y se encuentran a solo un par de kilómetros del centro.

Vilafranca de Conflent es una de las ciudades más históricas del departamento de los Pirineos Orientales. Su fundación se debe a Guillermo Ramón, conde de Cerdaña, a finales del siglo XI, pasando a ser vasalla de diferentes casas reales y condales a lo largo de los siglos (entre ellas, del Condado de Barcelona, del Reino de Mallorca y de la Corona de Aragón). Al igual que gran parte del sur de Francia, Vilafranca de Conflent pasa a manos del Reino de Francia por obra y gracia del Tratado de los Pirineos, aunque España consigue, en 1793, reconquistar la población. La aventura española, sin embargo, no duró más que unos meses.

Una de las características más notables de la población y que la hacen especialmente apetecible para el viajero es que se trata de una villa completamente amurallada. El artífice de dichas fortificaciones no fue otro que el gran ingeniero militar francés Vauban, que entre 1669 y 1687 se dedicó a fortificar esta y otras ciudades más o menos fronterizas.

Varias de estas fortificaciones, incluida la de Montlluís (de la que ya hablamos en nuestro post dedicado a las ciudades amuralladas más bonitas del mundo) , que se encuentra a escasamente 30 kilómetros y en dirección a Fontromeu, forman parte de la lista del Patrimonio de la Humanidad.


A medio camino de la colina que domina Vilafranca encontramos otra fortificación que domina desde la atalaya el valle donde se localiza Vilafranca. Se trata del Fort Liberia, otra obra de Vauban que data de 1681: las vistas de Vilafranca de Conflent deben ser espectaculares desde el Fort Liberia, pero pronto va a anochecer y rehusamos la posibilidad de subir los más de 700 escalones que permiten alcanzar el fuerte.

La verdad es que las murallas de Vilafranca de Conflent se encuentran en un perfecto estado de conservación. Probablemente, el paseo de ronda a lo largo de la fortificación sea de lo más agradable. Sin embargo, a nuestra llegada a la población, este ya se encuentra cerrada esta posibilidad de manera que nos conformamos en dar una vuelta por las empedradas calles de la villa. El paseo nos permite conocer el exterior de algunos edificios con varios siglos a sus espaldas, como el Viejo Ayuntamiento o la iglesia parroquial de Saint-Jacques, románica, y de la que tampoco tenemos la oportunidad de visitar su interior.

CUEVAS GRANDES CANALETTES.

Tras descansar en nuestro precioso apartamento alquilado en Ria-Sirach, a escasamente 4 kilómetros de Vilafranca de Conflent, regresamos a la mañana siguiente. Esta vez, sin embargo, nuestro destino son las preciosas grutas Grandes Canalettes.

Son tres las grutas que se encuentran dispersas en los alrededores de Vilafraca de Conflent: la Cova Bastera, las Canaletes y las Grandes Canalettes. Nosotros visitaremos únicamente estas últimas, que son las mayores y más espectaculares.

Tras pagar la entrada, realizamos un circuito que tiene una duración aproximada de una hora y que se realiza sin necesidad de ningún guía. Las señalizaciones son adecuadas y la iluminación, perfecta, de manera que podemos disfrutar de un enorme conjunto de pasadizos y grandes salas donde las estalagmitas, estalactitas, columnas y otras formaciones kársticas se multiplican por doquier. Los paneles explicativos ayudan a comprender la magnitud e importancia de las grutas.


Parece mentira que estas estancias tan bellas no fueran descubiertas hasta mediados de siglo XX y que hasta varias décadas después no fueran exploradas a nivel científico. Pero lo cierto es que tantos millones de años de filtraciones de agua, así como la existencia de un río subterráneo, han dado lugar a uno de los paisajes más espectaculares del sur de Europa, con algunos lagos subterráneos incluidos.

Curiosamente, y dado que en el interior de las cuevas Grandes Canalettes la temperatura se mantiene constante a lo largo de todo el año (sobre los 14 grados) durante nuestra visita tendremos una agradable sensación térmica, con un clima mucho más agradable que en el exterior.

Quizá la más espectacular de las diversas salas que se recorren a lo largo de la visita a las grutas sea la que es conocida como la Sala de Angkor. Se trata de un auténtico prodigio de la naturaleza con millares de grandes estalactitas y estalagmitas de curiosas formas, así como algunas columnas con un diámetro de varios metros. En esta sala, y de forma continuada, se sucede una suerte de programa de luz y sonido que puede uno disfrutar, sentado relajadamente en el conjunto de gradas dispuestas para ello.

La verdad es que la gruta o cueva de las Grandes Canalettes es una de las grandes atracciones de este departamento de los Pirineos Orientales y que merece la pena conocer.
En otros posts os contaré lo que fue el resto de nuestro fin de semana por el sur de Francia, con las visitas al Monasterio de Sant Martí del Canigó y al Priorato de Serrabona y que han supuesto un excelente complemento a nuestro día de esquí en Fontromeu.



 

Nos alojamos en un precioso apartamento en Ria-Sirach que alquilamos vía Airbnb. La verdad es que la vivienda es espectacular. Muy amplia y decorada con esmero. A nuestra llegada nos encontramos la chimenea abierta. Nuestros anfitriones, irlandeses, nos habían dejado galletas, fruta fresca, bombones e incluso, una botella de delicioso vino blanco. Isa les comentó que Irlanda le había encantado, pero especialmente los irlandeses y la cerveza Murphy. Al llegar por la noche del segundo día teníamos una cerveza Murphy esperándonos. Todo ello, por cierto, sin habernos presentado como bloguers de viaje.
Ya sabéis que si queréis alquilar con Airbnb tenéis este cupón de 20 euros de descuento con vuestro primer alquiler.

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