15 DE LOS ESPACIOS NATURALES MÁS EXTRAORDINARIOS DEL MUNDO

¿Cuáles son los espacios naturales más bonitos del mundo? Este es el reto que esta vez nos hemos propuesto Florencio Moreno, autor del blog de viajes Fmanega por el mundo y yo mismo. Como ya tuvimos la ocasión de describir cuáles eran los espacios naturales más bellos que hemos tenido la oportunidad de descubrir durante nuestros viajes por Europa, en esta ocasión el post se ceñirá a aquellos pasajes que más nos han impresionado fuera del continente europeo.

Como no podría ser de otra manera, la lista se limita a los espacios naturales que hemos tenido ocasión de conocer, de manera que con total seguridad cada lector echará en falta algún u otro paraje estremecedor.

En mi caso, por ejemplo, no he tenido oportunidad de conocer espacios naturales tan bonitos como los parques nacionales de la costa oeste norteamericana, los parques canadienses, buena parte del continente africano, las montañas del Himalaya o los bellísimos espacios naturales que a bien seguro se encuentran tanto en Australia como en Nueva Zelanda. Es por esto, que esta vez, más incluso que siempre, se puede decir aquello de que son todos los que están, pero no están todos los que son.

PARQUE NACIONAL LOS GLACIARES, ARGENTINA

El Parque Nacional de los Glaciares, y en concreto, el glaciar Perito Moreno, que es el más fácilmente accesible desde la población argentina de El Calafate, es sin duda, el glaciar que más nos ha impresionado durante nuestros viajes. Y eso, que algunos otros como el glaciar Alesch, en Suiza o el Vatnatjökull, en Islandia, son también de una belleza estremecedora.

Sin embargo, nada iguala el espectáculo de este frente glaciar de varios kilómetros y con una altura superior a los cuarenta metros, que lo convierten en un espectáculo sobrenatural y que justifica, por sí mismo, un viaje a Argentina.

CATARATAS DE IGUAZÚ

Nadie puede rebatir que las Cataratas de Iguazú se encuentren, también, en cualquier lista que incluya los espacios naturales más bellos del mundo. Compartidas con Brasil, las Iguazú son las más bonitas de las cataratas que hemos tenido la oportunidad de conocer.

No es fácil describir la emoción que uno siente al estar enfrente de tal maravilla natural. El espectáculo es ensordecedor cuando uno se enfrenta al más bello de los ruidos naturales, provocado por tantos millones de metros cúbicos de agua que se desparraman a cada segundo a través de los más de 300 saltos de los que se componen las cataratas de Iguazú.

Vale la pena, por cierto, dedicarle un día entero a visitarlas desde suelo argentino y otro día, a hacerlo desde el lado brasileño. Ambas vistas son complementarias y la visita a las cataratas de Iguazú quedaría coja en caso de no poderse disfrutar de ambas.

BARRERA DE CORAL DE BELICE

Se trata de la segunda barrera de coral más grande del mundo, tras la de Australia, y es uno de los alicientes más importantes de este pequeño país, Belice, demasiadas veces olvidado cuando se visita Centroamérica.

Pequeñas islas solitarias, de blancas arenas y un océano de aguas prístinas y con una gama cromática que abarca todos los matices entre el azul y el verde son la carta de presentación de la costa beliceña.

No hace falta hacer submarinismo para disfrutar de decenas de rayas, tiburones, tortugas marinas y todo tipo de peces tropicales, en una experiencia inolvidable que tuvimos la oportunidad de realizar en Cayo Caulker y en Cayo Goff.

SELVA DEL PETÉN, GUATEMALA

Una de las selvas más indómitas que existen en el planeta se encuentra situada al norte de Guatemala, en la zona que circunda el majestuoso recinto arqueológico de Tikal. Un bosque primigenio, no completamente explorado por el hombre.

Aunque no es fácil observar los grandes felinos, lo es más poder disfrutar de los monos araña o de los aulladores, así como de los curiosos coatís.

PARQUE NACIONAL TORTUGUERO, COSTA RICA

Aunque no tuvimos la oportunidad de coincidir con la época de desove de tortugas, a priori el momento más interesante para visitar este rincón de la costa este costarricense, el Parque Nacional Tortuguero es, sin duda alguna, uno de los espacios naturales más bellos del mundo.

Surcar los múltiples canales a la búsqueda de monos de varias especies, yacarés, basiliscos, iguanas o perezosos supone uno de los momentos más interesantes de un viaje a Costa Rica, quizá el país que mejor ha sabido compatibilizar el turismo con la conservación del espacio natural.

PARQUE NACIONAL DEL SERENGUETI, TANZANIA

La gran sabana africana en su máxima expresión. No hay duda, que el Serengueti es el paradigma de lo que uno espera encontrar en los parques nacionales africanos. Aquí se encuentran todos los animales que uno puede esperarse. Leones, gacelas, elefantes, hipopótamos, avestruces e incluso, el escurridizo leopardo, se hallan repartidos a lo largo de miles de kilómetros cuadrados, siendo nula la dificultad en avistarlos.

Muy probablemente sea el Parque Nacional del Serengueti (con permiso del Masai Mara, que no deja de ser su continuación al otro lado de la frontera, ya en Kenia) la zona con mayor densidad de fauna, y en concreto de grandes mamíferos, de todo el mundo.

FALLA DE BADIAGARA, MALI

Otro paisaje estremecedor, que merece ser incluido en la lista de los paisajes naturales más bonitos del mundo. A lo largo de cientos de kilómetros, un enorme tajo parece querer dividir el continente africano en dos. Pero es en la zona que conocemos como la Falla de Bandiagara, en Mali, donde este accidente geológico es más espectacular.

Una de las actividades más bonitas que se pueden hacer en un viaje a Mali, y en realidad, en todo el continente africano, es realizar un trekking por los distintos pueblos que se hallan repartido a lo largo de la base (pero también en lo alto) de la falla de Bandiagara, y que forman, en su conjunto, el que conocemos como País Dogón.

DESIERTO DEL SÁHARA, DUNAS DE MERZOUGA, MARRUECOS

Al igual que cuando visitamos el desierto del sur de Tunez, no escogimos buen día para la visita. Tanto en uno como en otro, nos vimos envueltos por una espesa tormenta de arena que no facilitaba ni nuestra visita ni la toma de fotografías (en Túnez terminaron por estropearse tanto la cámara de video como la de foto).

Sin embargo, ni tan siquiera esta circunstancia, pudo empañar que disfrutáramos de una de los paisajes naturales más bonitos del mundo, a la vez, que uno de los más extremos: el desierto del Sáhara, el mayor del mundo.

Aunque no fue la puesta de sol deseada, nunca olvidaremos aquella primera puesta de sol en un desierto. Luego llegarían otros desiertos, como el majestuoso desierto del Thar en la India o el arábigo, en Dubái. Pero el primer desierto, las primeras dunas, no se olvidan jamás.

Sin embargo, en 2022 pudimos regresar a las dunas de Merzouga, donde esta vez sí disfrutamos de una estupenda jornada final de una excursión de 3 días al desierto desde Marrakech.

SELVAS DE BORNEO

Las selvas de Borneo son uno de los más bellos paisajes naturales del mundo, pero al mismo tiempo, uno de los más amenazados. El capital no entiende de sostenibilidad y las talas de árboles, afectando a miles de hectáreas de bosque primario, parecen no tener fin.

Sin embargo, aun ahora es posible visitar algunas zonas que mantienen un enorme interés y que, por suerte, están protegidas por el paraguas de haber sido declaradas parques nacionales. Tuvimos la oportunidad de conocer el Parque Nacional Bako, de bastante fácil acceso desde la ciudad de Kuching, en el Borneo malayo.

También tuvimos la oportunidad de conocer el Centro de Rehabilitación de orangutanes de Semmengoh, donde estos simios viven en régimen de semilibertad, a la espera de poder ser reintroducidos nuevamente a su medio natural.

BAHÍA DE HALONG, VIETNAM

Un enorme paisaje kárstico en el Golfo de Tonkin, en Vietnam, nos regala uno de los más extraordinarios parajes naturales del mundo. Son miles las colinas de roca calcárea que surgen, de forma escarpadísima, de las aguas del Mar de la China. Ni tan siquiera las decenas de sampanes que surcan las aguas al mismo tiempo consiguen restar belleza al que es, sin duda alguna, el momento más esperado de todo viaje a Vietnam.

Aunque prácticamente todas las islitas están despobladas, algunas de ellas siguen colonizadas por comunidades de pescadores y de cultivadores de perlas. Vale la pena hacer noche en la Bahía de Halong, para poder disfrutar de un segundo día en el que es uno de los paisajes más bonitos del Mundo.

ARROZALES DE UBUD, INDONESIA

Uno podría pensar que la Isla de Bali, en Indonesia, es un destino de sol y playa. Nada más lejos de la realidad. Durante nuestro viaje a Bali, solo visitamos la playa en un par de jornadas. Los templos, la selva, la cultura y los paisajes naturales fueron los verdaderos protagonistas de nuestro viaje.

Y sin duda, a nivel natural, la parte más interesante fue la de poder conocer el precioso paisaje a base de terrazas de arrozales que a lo largo de los siglos se ha ido labrando en los alrededores de Ubud. Es este un paisaje cambiante a lo largo del año, en consonancia con el momento de la cosecha en que se encuentre el cultivo del arroz. Pero sea el momento que sea, el adjetivo impresionante se quedará corto.

PAISAJE KÁRSTICO DEL RÍO LI, CHINA

Otro paisaje kárstico que parece sacado de un cuento es el que se encuentra en las cercanías de Guilin, en China. Aunque el paisaje que envuelve la propia ciudad de Guilin es sobrecogedor, más lo es el que se puede disfrutar a ambos lados del río Li durante un trayecto fluvial entre Guilin y la pequeña (y occidentalizada) población de Yangshuo.

Desde aquí, vale la pena alquilar una bicicleta para disfrutar de los alrededores de la población, donde los piramidales picos kársticos surgen por doquier, como si de un fantasmagórico paisaje se tratara.

BAHÍA DE PHA NGA, TAILANDIA

Sin llegar a la espectacularidad de la Bahía de Halong, en Vietnam, la de Pha Nga es otro de los más extraordinarios paisajes kársticos que se encuentran repartidos por el sudeste asiático.

Es fácil recorrer la zona gracias a alguna de las excursiones que se pueden contratar en Krabi o Pukhet y poder disfrutar así de las cálidas y turquesas aguas del Mar de Andaman, a la vez que se admira uno de los pasajes más bonitos del mundo.

Al igual que en el caso vietnamita, algunas de los cientos de rocas kársticas han sido colonizadas por nativos, y en concreto, por los que son conocidos como gitanos del mar, dedicados fundamentalmente a la pesca, pero también a la recolección de los nidos de codorniz que estas aves construyen en las oquedades del paisaje kárstico de la región.

DESIERTO DEL WADI RUM, JORDANIA

Quizá no sea el Wadi Rum la imagen que todos tenemos de los desiertos. Aunque también se pueden encontrar dunas en este desierto del sur de Jordania (por cierto, de un tono mucho más rojizo que las que podemos encontrar en los desiertos arábigos o del Sáhara), lo que predomina aquí es el paisaje rocoso y pedregoso.

Sin embargo, esto no impide que el desierto del Wadi Rum sea considerado uno de los desiertos más bonitos del mundo.

Gracias a la ayuda de un 4×4 se puede recorrer el desierto buscando algunos de los parajes descritos por el mismísimo Lawrence de Arabia en su libro Los siete pilares de la sabiduría.

CAPADOCIA, TURQUÍA

La región turca de la Capadocia presenta tal variedad de paisajes que la convierten en la más bella región de Turquía y en uno de los más extraordinarios espacios naturales del mundo entero.

Formaciones de origen volcánico que la erosión ha moldeado y de las que se ha llegado a explicar que el propio Antoni Gaudí se inspiró para imaginar alguna de las más celebres obras de la historia de la arquitectura.

Y ahora os invito a descubrir el post donde Florencio Moreno nos explica cuáles son los 15 espácios naturales que más le han gustado en sus recorridos alrededor del mundo.