CASA NAVÀS, REUS. Una de las casas burguesas más bellas del modernismo.

La Casa Navàs es una de las obras más importantes de la Ruta del Modernismo de Reus y, junto al Institut Pere Mata de la misma ciudad, un motivo suficiente para visitar la capital del Baix Camp.

Se da la circunstancia de que en la ciudad de Reus se edificaron, al menos, cuatro edificios diseñados por uno de los arquitectos más importantes del modernismo catalán, Lluis Domènech i Montaner. A los citados Institut Pere Mata y Casa Navàs hay que añadir las Casas Rull y Gasull. Ello da fe de la importancia que tenía la ciudad de Reus a finales del siglo XIX y durante las primeras décadas del siglo XX, momento en que es considerada como la segunda ciudad en importancia de Catalunya.

LOS NAVÀS DE REUS, PRÓSPEROS COMERCIANTES DEL MUNDO DEL TEXTIL.

Fue Joaquim Navàs y su esposa, Josepa Blanco, quienes encargaron a Lluis Domènech i Montaner, autor de algunos de los edificios modernistas más celebres de Barcelona como el Palau de la Música Catalana o el Hospital de Sant Pau, el diseño de la que debería ser su vivienda particular a la par que la propia tienda de tejidos, que era la actividad a la que se dedicaba la familia (en la planta baja).

Los Navàs habían hecho suerte con el comercio de textiles y formaban parte de la más alta burguesía reusense del momento. Al igual que pasó en Barcelona con los Ametller, Batlló o Lleó i Morera, es precisamente la sociedad bien estante del momento quien actúa como catalizador del movimiento modernista, encargando a los más célebres arquitectos del momento la construcción de sus viviendas. En este sentido, quizá sea la Casa Navàs de Reus, el más célebre exponente entre las viviendas modernistas construidas en Catalunya más allá de la capital.

La Casa Navàs, por suerte, salió bastante indemne de los cientos de bombas que devastaron la ciudad de Reus durante la Guerra Civil. En este sentido, alguna de los artefactos que explotaron en las inmediaciones acabaron por destruir el frontón que culminaba la fachada principal así como el torreón esquinero. Sin embargo, gran parte de la decoración interior ha podido conservarse.

VISITA A LA CASA NAVAS DE REUS. FACHADA.

Para visitar la Casa Navàs de Reus hay que solicitar turno, de forma anticipada, en la Oficina municipal de turismo de la población. Las visitas son guiadas y en pequeños grupos y, además, solo se realizan durante los fines de semana. Nosotros teníamos la visita reservada más de dos meses antes. Por si fuera poco, no se permite realizar fotografías en el interior. Una verdadera pena y una objeción que no nos habíamos encontrado en ninguna de las muchas viviendas modernistas que hemos podido visitar estos dos últimos años. Las fotografías interiores que ilustran este reportaje forman parte del fondo Creative Commons y son obra de Llikamccuntz.

La fachada principal de la esquinera Casa Navàs da a la que es la plaza principal de Reus: la Plaza del Mercadal. Se trata de una obra donde en la planta baja se disponía la tienda de la familia Navàs y el piso principal o noble era el ocupado por la familia. Esta planta principal queda soportalada gracias a cinco preciosas y robustas columnas marmóreas decoradas con bonitos capiteles. En el piso principal, en lo que se refiere a la fachada, destaca la trabajadísima tribuna poligonal realizada en piedra así como el extraordinario balcón esquinero, una auténtica maravilla del modernismo.

A la derecha de la fachada, otra ventana está también profusamente decorada. En el primer piso, por encima del principal, encontramos una gran ventana circular (por encima de la tribuna del principal) así como cuatro ventanas más pequeñas (dos a cada lado). Este conjunto de ventanas más pequeñas es continuado en la fachada lateral de la vivienda a modo de galería corrida. También sorprende un pequeño balcón esquinero, no menos trabajado que el del piso principal.

INTERIOR DE LA CASA NAVAS DE REUS

Entramos a la casa Navas y tras una breve explicación, colocarnos unos pantuflos para no ensuciar el suelo y dejar los móviles en la planta baja empieza la visita guiada.

El recibidor de la vivienda es pequeño y estrecho pero ya nos da muestras de la suntuosidad de la que hace gala este pequeño palacio. Esgrafiados, mosaicos (extraordinario el suelo del recibidor), una escalera que poco tendría que envidiar a la de un gran palacio y decorada con un precioso arrimador de mármol rosado, apliques de hierro forjado… Una vez más, Domènech i Montaner se rodeó de los mejores artesanos del momento.

El hall del piso principal de la Casa Navàs, que da la bienvenida a la vivienda es, si cabe, más espectacular. El suelo de mosaico es uno de los más bellos del modernismo catalán. Pero lo que llama especialmente la atención en la enorme cantidad de vitrales así como la extraordinaria galería esculpida en piedra que se dispone en el primer piso y que se puede contemplar desde el hall del principal. Parece no quedar espacio sin labrar en esta fenomenal galería, donde preciosos mosaicos y columnas de mármol rosado acompañan la decoración floral esculpida en piedra

Esta claro que era esta una estancia diseñada para impresionar a las visitas que la familia Navàs recibía. No menos espectacular es la claraboya de este hall de bienvenida. La enorme cantidad de vidrieras y la misma claraboya garantizaban que la luminosidad de las estancias fuera máxima.

El comedor es quizá más austero que el hall. Llama la atención la estrechez del mismo y que la mesa realizada en madera de olivo, parece no poder dar cabida a muchos comensales. Esto tiene su explicación en que la familia Navàs Blasco no tuvo descendencia por lo que jamás requirió de grandes dependencias familiares.

Especial atención requiere la bella chimenea realizada en cerámica y madera que, como parte del mobiliario de la casa Navàs, es obra de Gaspar Homar, uno de los más importantes ebanistas del momento. Este espacio de la chimenea queda ligeramente separado del resto de comedor gracias a unos bonitos vitrales.

Como siempre, la naturaleza está ampliamente representada en el aspecto decorativo del modernismo. En el comedor podemos observar naranjas en las mesas y sillas o granadas en el mueble bufet, por ejemplo. El mosaico como arte decorativa está también representada en las paredes de comedor, en unas escenas que nos recuerdan las que pudimos disfrutar en la Casa Lleó i Morera de Barcelona, obra también de Domènech i Muntaner.

La siguiente estancia que visitamos es la sala de Estar. En esta ocasión las paredes están tapizadas con seda, nada extraño teniendo en cuenta la dedicación de la familia a esta actividad. Es aquí donde se dispone la tribuna principal que da a la plaza del Mercadal. Desgraciadamente los vitrales originales que decoraban los ventanales forman parte de la decoración que se perdió.

Visitamos también el dormitorio de la familia Navàs donde se disponen dos camas de gran tamaño. Uno para el señor y otra para la señora. Es esta la más austera de todas las estancias de la mansión. El dormitorio, sin embargo, dispone de su propio baño, donde podemos contemplar algunos de los avances de la época y que se han conservado en su estado original a lo largo de los años. El bidet o el lavapies son dos ejemplos.

También la cocina de la casa Navàs es original de la época, algo nada frecuente en las viviendas modernistas que hemos tenido la oportunidad de visitar. Llama la atención que pese a ser la Casa Navàs de Reus una vivienda para, únicamente, dos personas, la cocina parece dispuesta para cocinar para bastantes más comensales. Esto es así, porque el servicio de la casa se encargaba, a menudo, de la manutención de los trabajadores de la tienda del bajo, puesto que muchos de ellos procedían de fuera de la ciudad de Reus.

Otro espacio que vale la pena mencionar y que tenemos la oportunidad de visitar durante nuestro recorrido es el del patio trasero de la Casa Navàs. Los mosaicos de las paredes no pasan desapercibidos. Uno de ellos muestra imágenes del rey Jaime I el Conquistador partiendo en dirección Mallorca. La burguesía catalana del momento tenía un gran sentido del catalanismo, de manera que no es inhabitual encontrar referencias a la historia, la heráldica o los símbolos de Catalunya en las distintas viviendas modernistas que hemos tenido la oportunidad de visitar. Por desgracia se han perdido los vitrales que decoraban, también, parte de este patio. Nos explican que esto fue en 1938, durante la Guerra Civil Española y debido a algunas bombas que cayeron relativamente cerca de la Casa Navàs de Reus. También parte del techo del primer piso se derrumbó en aquél momento, así como el frontón que remataba la fachada principal o la torre esquinera.

Subimos al piso superior que está dispuesto a modo de Salón de Música. Encontramos aquí varios utensilios utilizados para este menester. En particular destaca un piano pianola que dispone de una gran colección de melodías que se conservan dentro de un par de vitrinas.

Un espacio contiguo a esta Sala de Música está decorado con una preciosa chimenea, espacio que parece ser que estaba reservado a la señora Navàs.

Antes de volver a la planta bajar tenemos la oportunidad de pasear por la estrecha galería del primer piso que da directamente al hall de entrada de la Casa Navàs y que hemos tenido la oportunidad de observar desde el Principal. Examinamos, esta vez de cerca, los bellos detalles escultóricos, así como los vitrales y la preciosa claraboya que convierten a este hall de entrada en uno de las más bellas obras de arte del modernismo catalán.

La visita a la Casa Navàs de Reus es uno de los más bellos exponentes del modernismo catalán y debería ser una de las visitas imprescindibles de Reus, de manera que si visitáis la ciudad os recomendamos encarecidamente que reservéis hora a fin de poder conocerla.