Recorrer algunas de las ciudades coloniales más bonitas del mundo es, a menudo, uno de los objetivos de buena parte de los viajeros que visitan el continente americano. Se trata de recorrer la huella que los viejos colonizadores españoles dejaron en el Nuevo Mundo. En algunos casos, hace más de medio milenio. Sin embargo, aunque probablemente sean las americanas las más bellas ciudades coloniales del mundo, no hay que olvidar que se pueden encontrar este tipo de ciudades en los cuatro continentes más allá del europeo.
Quizá no sean tan vistosas como Cartagena de Indias, Cuzco, Salvador de Bahía o Antigua Guatemala, pero la ambición expansionista de la corona española de finales del siglo XV e inicios del siglo XVI fue seguida por las no menos ansias portuguesas, inglesas u holandesas, por ejemplo, que les llevaría a crear sus propias colonias tanto en el Nuevo Mundo como en Asia, motivo por el cuan fundaron corporaciones tan importantes como las Compañías Británica o Holandesa de las Indias.
Posterior fue el caso de la colonización de África. Fue a partir del siglo XIX, en plena Revolución Industrial, cuando la necesidad de materias primas propició la expansión europea hacia el continente negro. Esto y los ingentes dividendos que proporcionaba la industria del esclavismo. Todas la grandes potencias europeas pusieron sus pies en África con más o menos avidez. Británicos y franceses fueron, esta vez, los más activos en repartirse el territorio. Aunque también españoles, portugueses, alemanes, belgas o italianos pudieron asignarse parte del pastel africano. Quizá no podamos localizar en África ninguna de las ciudades coloniales más bonitas del mundo, pero desde luego encontramos ejemplos coloniales repartidos en todo el continente. San Luis, la capital colonial del Senegal, la alemana ciudad de Swakopmund en Namibia, Stonetown en la isla de Zanzíbar o la marroquí Tetuán, capital del protectorado español en el norte de África, son solo algunos ejemplos.
Y el de enumerar las más bellas ciudades coloniales del mundo que hemos tenido la oportunidad de conocer es, precisamente, el reto que me ha propuesto este mes mi amigo Florencio Moreno, autor del blog de viajes Fmanega por el mundo.
No estarán todas la que son, desde luego. Incluso, algunas de las citadas no serán, tan solo, las más bellas ciudades coloniales del mundo. Sin embargo, cada una de las citadas muestra la huella que el Viejo Continente dejó en Asia, América y África.
12 DE LAS CIUDADES COLONIALES MÁS BONITAS DEL MUNDO
CARTAGENA DE INDIAS – COLOMBIA
Es difícil discernir cuál es la ciudad colonial más bonita de América, pero nadie puede dudar que la colombiana Cartagena de Indias sea una de las más bellas. Aunque los indios caribes habitaban las costas colombianas desde antes de la llegada de los españoles, fuero estos los que fundaron la ciudad y los que la bautizaron con el nombre de Cartagena de Indias en honor a la Cartagena española.
Enseguida se convirtió en uno de los más importantes puertos caribeños de las posesiones españolas y la ciudad fue dotada de gran cantidad de edificios de enorme significado religioso y político, incluido una sede de la Santa Inquisición. El color de las viviendas, la belleza de puertas y ventanales, ornamentados con geranios, los coches de caballos que recorren la ciudad, la sutil grandeza de sus pequeños parques y plazas que recuerdan al de algunas poblaciones castellanas… Cartagena de Indias en una de las joyas coloniales de América.
GRANADA – NICARAGUA
Otra de las más bellas ciudades coloniales de América es Granada, que fue la primera ciudad fundada por los españoles en la actual Nicaragua, en 1524. Conocida como la Gran Sultana, la ciudad ha tenido que ser restaurada en distintas ocasiones tras ser devastada repetidamente por corsarios y filibusteros, como el norteamericano Walker que la incendió antes de huir a Norteamérica tras haber fundado un estado centroamericano del que se autoproclamó presidente.
Nuevamente, la enorme paleta de colores pastel y ocre es la protagonista de la ciudad, aunque también podemos encontrar no pocos edificios de piedra, como la bella iglesia barroca de Guadalupe. La última restauración, de principios de siglo XXI, le ha devuelto el viejo esplendor de la época colonial y la ha convertido en una de las ciudades más bellas de América.
ANTIGUA – GUATEMALA
Desde luego, Antigua Guatemala es la más bonita de las ciudades coloniales fundadas por los españoles en la actual Guatemala. Lo que la convierte, claro está, en la más turística de las poblaciones del país. Esto no le quita un ápice de interés. El trazado ortogonal de la ciudad es el típico de casi todas las grandes urbes que los españoles fundaron en el Nuevo Mundo, cuyo centro está dominado por el Parque Central donde se ubican los edificios más representativos de los poderes religioso y civil. Santiago de los Caballeros de Guatemala, que fue su nombre original, fue fundada en 1543 y se convirtió en la capital del Reino de Guatemala (el vasto territorio que comprendía los actuales Belice, Guatemala, Honduras, El Salvador, Costa Rica y Nicaragua).
Algunos de los edificios barrocos más bellos de América se localizan en Antigua. Pero también enormes viviendas distribuidas alrededor de preciosos patios porticados. Sin embargo, la ciudad debió ser abandonada tras sendos terremotos acaecidos en 1773. Aun hoy en día son visibles los efectos de aquel seísmo. Antigua Guatemala, compartida por turistas e indígenas guatemaltecos, merece ser incluida entre las tres o cuatro ciudades coloniales más bonitas de América.
MERIDA – MEXICO
No es fácil decantarse por una sola ciudad colonial mexicana. San Cristóbal de las Casas, Campeche o Puebla podrían estar también entre las elegidas. Sin embargo, nuestra favorita es Mérida. Sin duda, una de las ciudades coloniales más bonitas del mundo entero y capital del estado de Yucatán.
La ciudad fue fundada por los españoles el día de Reyes de 1542, sobre los vestigios de la ciudad maya llamada T’Ho que, en aquél momento, había sido ya abandonada. La huella colonial se extiende a lo largo y ancho de todo su centro histórico con la Plaza de la Independencia o del Zócalo como centro neurálgico. En esta plaza conviven algunos de los edificios más importantes del poder civil y religioso del momento, como el Palacio de Gobierno, el Palacio Municipal o la Catedral de Yucatán, la más antigua de México y segunda de todo el continente, tras la de Santo Domingo.
El Paseo Montejo es la avenida más importante, aunque fue remodelado posteriormente a semejanza de los grandes bulevares franceses. Las grandes casonas de monumentales portaladas, algunas de precioso estilo barroco o las distintas iglesias que datan de la época colonial nos recuerdan la huella dejada por los colonizadores españoles.
WILLEMSTAD – CURAZAO
Willemstad, capital del estado asociado al Reino de los Países Bajos de Curaçao, es una de las perlas más desconocidas del Caribe. Cierto que no he tenido la oportunidad de conocer la cubana Trinidad o la dominicana Santo Domingo o Ciudad de Puerto Rico. Sin embargo, nadie puede dudar que esta bonita población es una de las ciudades coloniales más bellas del Caribe.
No fueron los holandeses, sin embargo, si no los españoles quienes fundaran la ciudad, pues fue Alonso de Ojeda, en 1499, el primer europeo que pusiera sus pies en Curaçao. Sin embargo, a partir de 1634 son los holandeses quienes se hacen con la antilla y construyen la población a imagen y semejanza de sus lugares de procedencia. Uno podría pensar que está paseando por cualquier ciudad holandesa cuando lo hace por Willemstad, una población que se enriqueció gracias al comercio de esclavos. Eso sí, con bastante más color, pues la paleta de colores que decoran el barrio de Punda, convierte a esta zona en una de las más encantadoras de todo el Caribe.
MALACA – MALASIA
Esta bellísima ciudad colonial es la más bonita de Malasia. Los distintos imperios que han pasado por estas tierras han dejado allí su huella. Sin embargo, no fueron ni portugueses ni holandesas quienes fundaran Malaca. Fue el último rey de Singapur, Paramésuara, quien tuvo este honor a principios del siglo XV, fundando el Sultanato de Malaca. Un siglo después, en 1509, son los portugueses quienes envían sus flotas en busca de la ciudad de Malaca con la idea de establecer relaciones comerciales con el sultanato. Aunque los portugueses son rechazados, regresarán a Malaca tres años más tarde. Esta vez, para conquistarla. Sin embargo, a mediados del siglo XVII son los holandeses quienes se harán con el ansiado puerto natural de Malaca.
La Plaza de los Holandeses o Dutch Square, la más bella de la población, con el antiguo ayuntamiento, la torre del reloj o la iglesia de Cristo, que es la iglesia protestante más antigua del país, son recuerdos de aquella época. Sin embargo, las maltrechas fortificaciones y murallas nos remiten a su pasado luso. Recorrer la ciudad en Trishaw o cycle rickshaw es una actividad que casi ningún turista deja de realizar.
SHANGHÁI – CHINA
Aunque se sabe de la existencia de asentamientos humanos desde hace milenios, la ciudad de Shanghai empieza a cobrar importancia durante la dinastía Han, a mediados del siglo XI. Desde entonces, fueron más de ocho siglos de dominación china. Esta, llega a su fin tras la Guerra del Opio, en 1842. Los británicos exigieron la apertura de Shanghái como puerto comercial así como la cesión de varios barrios de la ciudad a las potencias occidentales. Fueron las conocidas como “concesiones” británica, francesa y norteamericana.
De aquella época podemos encontrar muchos vestigios pues, aunque China conservó siempre la soberanía sobre la ciudad, Shanghái se comportó como una colonia occidental de facto. Es en el Bund, el paseo del malecón a orillas del río Huangpu, donde podemos encontrar los edificios más importantes de aquella época colonial con 52 edificios catalogados y construidos en distintos estilos, desde el neoclásico al neorenacentista, pero que nos retrotraen al origen occidental de los colonizadores.
LUANG PRABANG – LAOS
El sincretismo entre la arquitectura tradicional laosiana y los años de dominación europea convierten a Luang Prabang en una de las ciudades coloniales más bonitas del mundo. Una ciudad que es un oasis dentro del continente asiático y que parece sumida en un adormecimiento y aletargamiento crónico.
Los múltiples templos budistas comparten avenida con algunos de los más bellos restaurantes y hoteles con encanto de Asia, fruto de arquitectura acaecida durante los años de dominación francesa en Indochina.
SAIGON – VIETNAM
Aunque el nombre oficial sea actualmente el de Ciudad Ho Chi Min, no poca gente sigue conociendo como Saigon la que fuera capital colonial de la Indochina francesa. Son bastantes los edificios que nos recuerdan aquella época de dominación francesa.
Algunos de ellos, como el delicado Palacio de la Ópera, inspirado en el Petit Palais de París, el antiguo Hotel de Ville, hoy sede del Comité Popular, la Catedral de Notre Dame, la Oficina Central de Correos o el Mercado de Ben Thanh, convierten la capital del sud de Vietnam en una de las ciudades coloniales más bonitas del mundo, aunque sea también una de las más estresantes de visitar.
SAN CRISTOBAL DE LA LAGUNA – ESPAÑA
España, como todas las grandes potencias europeas de entre los siglos XV y XVIII, fue perdiendo todas las colonias de ultramar. Tanto las que tuvo en América como las africanas (estas fueron menos). Sin embargo, una de ellas la mantuvo. Se trata de las Islas Canarias, archipiélago situado a pocos kilómetros de la costa occidental africana, al nivel de sur de Marruecos.
Aunque eran los aborígenes guanches los que habitaban el archipiélago desde hacía varios milenios, fueron los españoles quienes fundaron las principales ciudades que hoy tenemos oportunidad de visitar, allá por finales del siglo XV y principios del XVI.
De las distintas ciudades coloniales que se fundaron, quizá sea San Cristóbal de la Laguna la más importante, a la vez que la más bella y la mejor conservada. Motivo por el cuál ha sido incluida dentro de la lista del Patrimonio de la Humanidad. Fue en San Cristóbal de la Laguna donde se fundó la primera Universidad de las Islas Canarias.
La ciudad recuerda en gran medida a un buen puñado de ciudades que los españoles fundaron en América. Fruto, a buen seguro, de que fueron construidas durante los mismos siglos. Incluso, la planimetría de la ciudad canaria fue utilizada como modelo para el diseño de varias de las ciudades del Nuevo Mundo. La Catedral de Nuestra Señora de los Remedios es el templo más importante de los varios que se conservan de aquellos tiempos.
La céntrica Plaza del Adelantado, de igual forma, recuerda a las distintas plazas centrales de las ciudades mesoamericanas. Aquí se localiza el Convento de Santa Catalina de Siena, de principios del siglo XVII. Pasear por las distintas callejuelas, de diseño ortogonal, y con las viviendas y palacios, con más de tres cientos años de historia, pintados de vivos colores y con bellas puertas y ventanales de madera, es una auténtica delicia.
CIUDAD DE TUNEZ – TUNEZ
Al igual que los otros estados del norte de África ocupados por las potencias europeas durante los siglos XIX y XX, Túnez estaba habitada ya por pueblos bereberes desde hacía varios milenios, aunque fueron diversos los pueblos que por allí se instalaron con el paso de los siglos, incluidos los fenicios que fundaron la cercana ciudad de Cartago. Los árabes fueron quienes se instalaron desde los últimos siglos del primer milenio después de Cristo, aunque a mediados del siglo XVI debieron rendir vasallaje a las cortes españolas. Sin embargo es a partir de la segunda mitad del siglo XIX cuando Túnez cae a manos del estado francés, con la ayuda de Alemania y el Reino Unido, que disputó el territorio a Italia que también estaba interesada en la plaza. El protectorado fraccés fue una realidad entre 1881 y 1956, cuando el país galo reconoce la independencia de Túnez.
Podemos hallar la huella del Protectorado Francés en la que es conocida como Ville Nouvelle, es decir, la ciudad nueva que se contrapone a la medina o ciudad vieja. Viejos edificios Art Nouveau que fueron sede de la administración francesa además de las más importante empresas galas del país o la ecléctica Catedral de San Vicente de Paúl, de 1897, son ejemplos de la arquitectura de aquél momento. La Plaza de la Independencia y las la Avenidas Habib Bourguiba y France, son los epicentros de la ciudad colonial francesa.
TETUÁN – MARRUECOS
Tetuán fue la capital del denominado Protectorado Español de Marruecos. Tras la pérdida de la totalidad de las colonias caribeñas, España centró su afán expansionista en el norte de África. Ya durante el siglo XIX España había puestos sus ojos, y también sus pies, en el Sultanato de Marruecos. También Francia estaba más que implicada en el asunto del colonialismo africano, continente en el que ya contaba con muchísimas posesiones.
A raíz de la Conferencia de Algeciras de 1906 la suerte de Marruecos estaba echada. Aunque oficialmente el país seguía manteniendo su soberanía, la realidad fue que la ocupación fue progresiva durante los siguientes años, siendo Francia y España quienes se repartieron la mayor parte del pastel. A España le tocaron dos zonas, una al norte y otra al sur. La primera, con capital el Tetuán. El protectorado es instaurado, de forma oficial, a partir de 1912. Esta fórmula de protectorado, con más momentos de agitación que de paz, llegó a su fin en 1956, con la independencia de Marruecos.
Durante los años de ocupación, la administración española construyó varios barrios nuevos más allá de la vieja ciudad intramuros, como el conocido como Ensanche Español. Es aquí donde se localiza el Plaza de España, una de las más bellas del norte de Marruecos. El color blanco es el que predomina en la ciudad colonial de Tetuán.
Sin embargo, a decir verdad, la ciudad colonial de Tetuán no puede incluirse entre las más bellas del mundo, de manera que si ha sido incluida en esta lista ha sido por la importancia histórica que tiene y que se diferencia de las bonitas ciudades coloniales de América.
Y con Tetuán termina mi particular lista de 12 de las ciudades coloniales más bonitas del mundo. Seguro que echáis a muchas en falta. Yo también, como no podría ser de otra forma en una lista tan escueta. Las mexicanas Campeche, Puebla o San Cristóbal de las Casas, por ejemplo, también son algunas de las ciudades coloniales más bonitas del mundo.
Os emplazo ahora a pasaros por el blog de Florencio para saber cuáles han sido sus elegidas. Seguro que habrá más de un sorpresa.