La visita al Stonehenge es una de las más esperadas para cualquier viajero. Stonehenge no es solo un monumento, si no que se trata, además, de un mito. Ningún monumento megalítico tiene la importancia ni el reconocimiento de Stonehenge, y pese a que bien pocos han sido estudiados con la profundidad que se ha estudiado Stonehenge, aún son muchas las dudas que conciernen a la función del recinto.
Durante unos 1000 años se estuvo construyendo el recinto de Stonehenge. Los trabajos más antiguos han sido fechados sobre el año 3100 aC y parece ser que hasta el siglo XX se habría estado evolucionando en la construcción. La construcción del Stonehenge se enmarca pues en la última parte del neolítico.
A esta primera época correspondería un talud y un foso circular de unos 104 metros de diámetro y construido enteramente en arena. Aun hoy se puede apreciar con claridad la presencia de dicho talud. En el interior de esta obra de tierra se encuentra el monumento en sí, que fue formado por hasta cuadro circunferencias concéntricas formadas por enormes piedras.
La circunferencia exterior, de unos 30 metros de diámetro, es la más impresionante de todas y habría sido formada por 32 enormes piedras de tipo arenisco. La disposición era tal que entre piedra y piedra mediaba una separación que era salvada por una tercera piedra que se disponía formando un dintel entre ambas. Aun ahora se conservan siete dinteles de los 36 originales, aunque no son poco los estudiosos que aseguran que en realidad Stonehenge nunca fue finalizado.
Mucho se ha hablado también de la procedencia de los enormes bloques de piedra arenisca y parece ser que la teoría más plausible es que se trataría de piedra originaria de las montañas Preseli, sitas en el sur de Gales y distantes más de 200 quilómetros de la localización del Stonehenge. Ello ha dado lugar a no pocas teorías sobre las técnicas utilizadas para el desplazamiento de las piedras. De todas ellas, la más habitualmente aceptada como válida es el del uso de troncos, aunque últimamente se baraja también la posibilidad de que fueran utilizadas algún tipo de bolas de piedra o madera.
Por dentro de esta primera circunferencia se encontraba una segunda, que es la formada por las conocidas como piedras azules. Se trata de piedras mucho más pequeñas, dispuestas igualmente de forma vertical pero no coronadas por dinteles. Por dentro, un tercer conjunto de piedras adoptan forma de herradura y finalmente, y por dentro de esas, se encuentra una losa de piedra, que es conocida como el altar.
El eje del conjunto del Stonehenge es seguido por la que es conocida como vía procesional, que se hace difícil de reconocer in situ, pero que se puede observar perfectamente en las fotografías existentes en el centro de visitantes. Se trata de un sendero de hasta unos 3 kilómetros de longitud que tenía una anchura de unos 23 metros.
CÚAL ERA LA FUNCIÓN DEL STONEHENGE
No son pocas las controversias en este sentido. El hecho de que en el solsticio de verano, el sol salga atravesando el eje del complejo podría hacer suponer que se trataría de un gran observatorio astronómico o calendario solar. Sin embargo, eso solo prueba el gran conocimiento que de esta materia tenían los constructores del Stonehenge, pero se hace difícil creer que para una construcción en la que se invirtieron mil años fuera ésta su única motivación.
También se han encontrado enterramientos cercanos en la zona del Stonehenge, así como gran cantidad de túmulos con incineraciones que podrían hacer sospechar de que se tratara de algún tipo de monumento funerario. La teoría más comúnmente aceptada es que se trataría de algún recinto religioso, donde, se habrían realizado también sacrificios humanos, hecho además, bastante común en muchas civilizaciones del pasado.
Comen aparte, teorías más o menos esotéricas que hablan de los extraterrestres, los druidas e incluso, el mago Merlín, como los autores de un monumento, que como no podía ser de otra manera, está incluido en la lista del Patrimonio de la Humanidad.
VISITA AL STONEHENGE
Lo más fácil, si no se dispone de coche propio (tal era nuestro caso), es realizar la visita al Stonehenge desde la ciudad de Salisbury.
Nosotros llegamos a Salisbury desde Bristol, donde nos hemos hospedado durante nuestro viaje por el sur del Reino Unido. Un trayecto de una hora y veinte minutos en tren nos han trasladado hasta Salisbury.
Justo en la estación se puede tomar el autobús del Stohenge Tour, que es en realidad, la única manera de acceder en transporte público al recinto megalítico. El coste del bus, con la entrada incluida al Stonehenge es de 27 libras. Hay que decir que el alquiler de la audioguía está incluido en el precio, así como la entrada a Old Sarum, un segundo recinto arqueológico, que también forma parte de la lista del patrimonio de la Humanidad, que no visitaremos por falta de tiempo. Hemos echado en falta poder llegar allí en verdadero autobús público, pero parece ser que si no se dispone de coche propio hay que pasar por este “impuesto revolucionario” (y si alguien sabe otra manera de llegar, que lo deje escrito en los comentarios, por favor).
En el centro de visitantes de Stonehenge se puede disfrutar de una interesante exposición referente al recinto megalítico. Desde el centro de visitantes unos autobuses lanzadera acercan a los visitantes hasta el Stonehenge.
Excepto durante el solsticio de verano, que es en la única época en que se puede visitar el reciento megalítico desde el propio centro, solo se puede disfrutar de la visita al Stonehenge desde fuera, pues hay que ceñirse a un recorrido perimetral. En las zonas más cercanas al monumento, la distancia debe ser de poco más de 20 metros. Aunque es algo frustrante no poder acceder al interior del recinto megalítico, se entiende tanta precaución en un monumento que recibe más de un millón de visitas anuales y que tiene una enorme fragilidad.
En cualquier caso, la visita es súmamente interesante, y la audioguía nos explica el porque del monumento de una manera muy amena. La verdad es que Marc, a sus siete años, no la suelta ni un solo instante y podemos hacer la visita con mucha tranquilidad. Esta era una de nuestras visitas estrella en este viaje por el suroeste del Reino Unido, un anhelo que teníamos muchas ganas de complacer desde hace años y la verdad es que lo hemos disfrutado con intensidad.
Desde luego, la visita al Stonehenge es una de la imprescindibles del sur de Inglaterra.
¿Sabes que puede visitar el STONEHENGE con distintas EXCURSIONES EN ESPAÑOL DESDE LONDRES? Nosotros visitamos el Stonehenge desde Bristol, pero si estáis hospedados en Londres probablemente os merezca la pena contratar una excursión donde podáis visitar el Stonehenge y otros highlight de la región.
Estas son las opciones más interesantes:
ENLACES DE INTERÉS.
Stonehenge: página oficial con horarios y precios actualizados.
Comentarios:
19 comentarios en “STONEHENGE. Visita al monumento megalítico más famoso del mundo.”
ufff, que si lo conozco, pero nunca he estao, ganitas de ir para allí ya!!!
Síi lo conozco!! Me encantó!! Aunque me dan mucha envidia los que han ido el día del solsticio de verano y han podido tocarlo 🙂
Lo tengo pendiente para la próxima vez en Londres, me quedé con las ganas
Si, todas estas saliditas de pueden hacer desde Londres. Y vale la pena!
Vamos a finales de marzo . Buena explicación.
Muchas gracias Marta. Seguro que disfrutar mucho del lugar!