El Triángulo Dorado es el nombre que recibe la excursión más popular que se puede hacer en Islandia desde la capital, Reikiavik y que ha sido el objetivo principal de nuestro segundo día en el país, después de haber visitado la capital el día anterior. Se puede realizar el tour del Triángulo Dorado con una de las muchas excursiones programadas que ofrecen los operadores turísticos o por libre en coche de alquiler. Este ha sido nuestro caso, pues visitadas las tres localizaciones imprescindibles teníamos la intención (y así ha sido) de hacer camino hacia la población de Vik y Myrdal, visitando en el camino, el cráter Kerid y las preciosas cataratas Seljalandfoss y Skogafoss .
El Triángulo Dorado está formado por tres visitas excepcionales: el Parque Nacional Thingvellir, el área geotérmica de Geysir y las cascadas Gullfoss
VISITA AL TRIÁNGULO DORADO: EL PARQUE NACIONAL THINGVELLIR
Comenzamos la visita al Triángulo Dorado con la Visita al Parque Nacional Thingvellir que forma parte de la lista del Patrimonio de la Humanidad. Y es que de atractivos no faltan en este parque, tanto a nivel histórico, como a nivel natural y geológico.
Para empezar fue en Thingvellir donde en el año 920, Thorsteinn Ingólfsonn, estableció una primera asamblea local de Reikiavik, a fin de establecer un modelo de gobierno para los nuevos colonizadores. El Alpingi, que es el nombre que acabará tomando esta reunión, se acaba convirtiendo en 10 años, en una asamblea nacional.
El Alpingi, que está considerado el primer parlamento europeo se reunía en Thingvellir una vez al año y durante varios días. Aquí se recitaban las normas por las que se regía el pueblo islandés (es decir, tenía un carácter legislativo) pero también se examinaba que estas normas fueran llevadas a término por los diversos jefes locales.
Un segundo aspecto a destacar en este parque es que es precisamente aquí donde dos placas tectónicas de la importancia de la americana y la euroasiática se encuentran. Vamos, que en cierto modo, y geológicamente hablando, Islandia formaría parte tanto de Europa como de América.
Este hecho lo podemos contemplar al recorrer parte de la falla de Almannaglía, de muy cómodo recorrido desde el centro de visitantes del parque, por un camino fácil y que no tiene pérdida. Según explican los expertos, el movimiento de las placas tectónicas provocan que el acantilado que forma la falla hunda cada vez más a razón de la estratosférica cifra de 2 milímetros anuales. La verdad es que se hace difícil entender cómo pueden llegar a estas conclusiones los científicos pero la verdad es que el recorrido por el parque es de excepcional belleza. Aunque la falla tiene una longitud de 7 kilómetros vale la pena llegar, al menos, hasta la hermosa cascada Oxarárfoss, que no será la más bonita que veamos durante el recorrido, pero por ser la primera nos deja bastante sorprendidos.
Antes hemos pasado por el Lögberg o Roca de la Ley, donde una bandera islandesa nos señala el lugar exacto donde cada año, el jefe supremo de Islandia, recitaba el código de leyes de la nación. Desde este punto, una pequeña desviación que salva el río nos ha llevado hasta la Thingvallabaer, donde se supone que antes de la elección de esta localización como sede del Alpingi ya existía previamente una granja y por la Thingvallakirka, una iglesia de madera de mediados de siglo XIX pero que nos recuerda que el país asumió el cristianismo como religión de estado en 999 y que en esta localización se habría erigido una de las primeras iglesias de la isla, en el siglo XI .
Volvemos a coger el coche para hacer camino hasta Geysir, donde nos espera el segundo de los puntos de visita del Triángulo Dorado.
GEYSIR Y EL GÉISER STROKKUR.
Géiser es quizá, la palabra de origen islandés más popular en todo el mundo. Y es que el fenómeno que conocemos como géiser recibe el nombre de la zona islandesa de Geysir, palabra que en la lengua nativa de Islandia significa «surtidor» y que es rica, precisamente, en géiseres.
Y lo cierto es que el Gran Géiser de Geysir que llegó expulsar agua hasta los 60 metros de altura con una actividad más o menos constante desde el siglo XIII se ha prácticamente extinguido, por lo que ahora su actividad es impredecible . Lo peor es que ha sido la actitud humana quien lo ha provocado, por el hecho de tirar piedras e incluso, jabón, para que explotara más a menudo y más fuerte.
Dejamos el coche en el párking del complejo, que tiene un interesante centro de visitantes donde se explica qué es un géiser, pero también ilustra sobre la actividad sísmica y volcanológica de la isla.
Entre fumarolas diversas, y un poco de olor a azufre nos acercamos al área de actividad geológica. Y es que aunque el Gran Géiser ya no es activo, actualmente sí sigue funcionando un segundo géiser, de nombre Strokkur, que si bien no tiene una altura tan extraordinaria sí la tiene bien notable, pues a intervalos más o menos regulares , cada pocos minutos, deja bien empapados, al tiempo que perplejos, al grupo de turistas que a su alrededor nos reunimos.
La verdad es que la explosión, que nos coge por sorpresa, a los pocos segundos de ponernos delante del géiser, nos deja francamente estupefactos. La fuerza del agua hirviendo proveniente del acuífero hace que esta se eleve hasta una veintena de metros ante el chillido casi unánime de los que allí nos congregamos.
Es la primera vez que vemos el fenómeno en directo y por más que hayamos visto vídeos, lo cierto es que la actividad del Strokkur nos deja impresionados y será, por supuesto, uno de los mejores recuerdos que nos llevaremos de viaje.
Nos estamos aproximadamente unos tres cuartos de hora en la zona, para acabar viendo seis o siete veces como el Strokkur maravilla a los asistentes.
GULLFOSS. LA CATARATA DE ORO.
El Triángulo Dorado se cierra con la que es una de las cataratas más espectaculares de Islandia, lo que supone también, una de las más espectaculares de Europa. Dista sólo unos nueve kilómetros de Geysir, de modo que en poco más de 10 minutos hemos aparcado el coche en el párking del Centro de visitantes. Comienza a chisporrotear, pero por suerte, no con suficiente fuerza como para que no nos permita disfrutar del espectáculo.
El río Hvítá se precipita desde una altura de 37 metros haciendo un ruido ensordecedor. En días de sol el reflejo del arco iris suele ser visible, pero hoy, desgraciadamente, no es así. De hecho, el reflejo del sol sobre el agua es lo que le da el nombre de Cascada dorada. La Gullfos es una doble catarata, pues antes de precipitarse al vacío, por un agujero imposible, ya ha sufrido un primer desnivel. Lo curioso es que entre la primera y la segunda caída hay un cambio de dirección del enorme caudal de agua, de unos 45 grados.
Después del segundo salto, el de 37 metros, el agua parece desaparecer por un desfiladero, en una de las imágenes más sorprendentes de todo el país. Todo ello, además, acompañado de gran cantidad de vapor de agua que sale disparado en dirección vertical y que nos deja a todos los asistentes al espectáculo bien empapados.Sabíamos que la Gullfoss era una de las cataratas más bonitas de Islandia y no nos ha decepcionado. Ha sido un precioso punto final a nuestra ruta por el Triángulo Dorado de Islandia, antes de tomar camino hacia Vik, parando aún, en el cráter Kerid y en dos cascadas extraordinarias: la Seljalandfoss y la Skogarfoss. Como una imagen vale más que mil palabras, os dejo, además de algunas fotos, un video de la Catarata Gullfoss.
Comentarios:
9 comentarios en “TRIÁNGULO DORADO, ISLANDIA. Cascadas, volcanes y géiseres cerca de Reikiavik.”
Quines fotos Jordi!!!! sou uns privilegiats. Enhorabona pel viatge, una passada autèntica. Tinc la sort o desgracia de tan sols poder viatjar al Febrer i no podré anar a Islandia fins que això canvïi. Els vostres posts sempre ajudan!! gracies
Hola Andreu! Gràcies per passar-te per aquí. Si, mala època per visitar Islàndia, tot i que en aquell moment tindrieu moltes possibilitats de gaudir de l’aurora boreal, que també té la seva miga. I les fotos que he vist de la Gullfoss gelada son espectaculars! Un abraçada!
Islàndia és un destí impressionant, malgrat el fred que vaig passar en ple abril. En Marc disfrutaria moltissim, sobretot amb els geysir, oi? Haurien d’existir més països com Islàndia 😉
Molt maco, un destí que cada vegada m’atrau més. No sabia que la paraula géiser prové d’ una regió de Islàndia.
Una abraçada
Espectacular esta excursion. Y bien cerquita de Reykiavik. Merece mucho la pena Islandia!
Así es. Muy fácil de hacer tanto en coche de alquiler como con un tour organizado. Merec la pena. Gracias por pasaros por aquí David y Mari.