Después de Telc, nos acercaremos a Třebíč, de la que queremos conocer un poco de su historia, así como algunos de sus monumentos que también están inscritos en la lista del Patrimonio de la Humanidad.
VISITA DE TELC. UNA DE LAS PLAZAS MÁS BONITAS DE EUROPA.
Telc es una de las poblaciones pequeñas más bonitas de la República Checa, en particular gracias a su esplendorosa plaza central.
La ciudad está situada a 90 kilómetros de Budejovice, donde hemos pasado la noche. Llegamos en poco más de una hora, pues carretera de Budejovice a Telc es bastante buena.
En cuanto aparcamos nos dirigimos a la extraordinaria plaza renacentista que domina el centro histórico de esta ciudad moravia. La plaza, porticada, está llena de edificios elegantemente distribuidos y con una evidente uniformidad estilística, que la hace una de las más bonitas del país. A diferencia de las plazas de Praga o Budejovice, por ejemplo, ésta no tiene una distribución cuadrangular sino que es alargada, situándose en uno de los extremos, el correspondiente castillo-fortaleza, de la que sólo visitamos los jardines. Esta plaza está considerada uno de los mejores ejemplos del renacimiento al norte de los Alpes.
En el centro de la plaza de Telc destaca una fuente y una columna mariana barrocas. Es esta una plaza verdaderamente de cuento, y de la que además, se puede disfrutar con absoluta tranquilidad, pues los turistas que llegan hasta aquí son mucho menos que los que visitan Praga o la preciosa ciudad de Cesky Krumlov, que es quizás la más bonita de la República Checa, salvo la capital (no se pierdan su post).
Hace buen día, por lo que el paseo es agradable. Con todo, la visita de la ciudad se hace en poco tiempo, pues casi la limitamos a pasear por la hermosa plaza y disfrutar del paseo soportalado, mientras tomamos un helado.
VISITA DE TREBIC: EL BARRIO JUDÍO Y LA BASÍLICA DE SAN PROCOPIO
Visitada Telc nos dirigimos hacia Trebic que está a 35 kilómetros. Tenemos 2 objetivos principales en Třebíč: primero visitar la basílica de San Procopio. Segundo, visitar el barrio y el cementerio judío. Tanto uno como otro forman parte del patrimonio de la humanidad y de hecho, el barrio judío de Třebíč, es el único edificio judío situado fuera de Israel que consta en la lista del Patrimonio Mundial.
Después de pasar un momento por la plaza principal donde está la oficina de turismo (donde nos dan un mapa y folletos en español sobre lo que queremos visitar), aparcamos el coche en la entrada del barrio judío, muy cerca también de la basílica de San Procopio.
Aunque primero queremos visitar la Basílica de San Procopio, cuando llegamos a la puerta no podemos entrar porque está cerrada y la visita guiada es más tarde. Enseguida nos dirigimos al barrio judío, subiendo primero por una colina donde se encuentra el cementerio.
La verdad es que el cementerio judío de Třebíč no tiene nada que envidiar al de Praga. Las primeras tumbas que encontramos son bastante modernas (varias de ellas rinden homenaje a judíos muertos en Auschwitz durante la Segunda Guerra Mundial), pero cuando nos adentramos en el cementerio, empezamos a encontrar un montón de tumbas antiguas (la más antigua se remonta al 1625), de piedra, a menudo colonizadas por el musgo y dispuestas de forma aleatoria, en un bosque en pendiente que estéticamente es muy bonito. Vale la pena el esfuerzo de subir al cerro para disfrutar de este precioso cementerio judío, que cuenta con unas 4000 tumbas.
La bajada es más fácil y enseguida nos adentramos por el barrio judío de Třebíč, que es bastante pequeño, adoquinado, con algunas casas interesantes y sobre todo, con dos sinagogas, de las que en visitamos una de ellas, la Sinagoga Trasera (Zadní synagoga) que es bastante interesante, con frescos del siglo XVIII, aunque actualmente se ha reconvertido en un museo, pues al parecer, la comunidad judía ha desaparecido de Třebíč.
Dentro de la sinagoga podemos conocer la historia de la comunidad judía en el gueto de Třebíč. Además, la sinagoga suele ser la sede de exposiciones y conciertos. La segunda sinagoga que se encontraba en la ciudad, la Sinagoga Delantera fue convertida en una iglesia husita.
<Durante siglos, la práctica totalidad de propiedades de la comunidad hebraica se encontraban dentro de las 4.4 hectáreas de este barrio, pues hasta 1875, los judíos tenían prohibida la adquisición de propiedades más allá de la judería. Es por esto que no nos parece demasiado acertado hablar de la convivencia pacífica de las comunidades cristianas y judías durante siglos.
En este barrio judío podemos encontrar hasta 120 casas residenciales. El barrio, contaba además con su propio hospital, ayuntamiento y como hemos dicho, con dos sinagogas.
Aunque a partir de los años 20 del siglo XX la fusión entre las diversas comunidades es un hecho, con la llegada de la Segunda Guerra Mundial, los integrantes de la comunidad judía son deportados a los campos de concentración, lo que explica la práctica ausencia de judíos en Třebíč en la actualidad.
Aprovechamos para comer en el mismo barrio, en uno de los pocos restaurantes que hay. Es un acierto. Comemos un pescado buenísimo, aunque no sabemos de cual se trata.
Después de comer nos volvemos a acercar a la Basílica de San Procopio, que por cierto en un primer momento había sido consagrada a la Virgen María. La visita es guiada, pero como vamos con Marc, la guía nos da información escrita y nos dice, amablemente, que si queremos vayamos visitando el templo por nuestra cuenta. Esto hacemos. La basílica de San Procopio, de mediados del XIII es uno de los edificios religiosos más bellos de Moravia. Esta basílica y el Monasterio benedictino del que formaba parte fueron mandados construir por Venceslao I de Bohemia. Pero por desgracia, durante el siglo XVI el monasterio fue derruido para construir un castillo.
La basílica está reconocida como una joya a nivel europeo, gracias a su fusión de estilos (románico, y sobre todo, gótico). Las arcadas, suspendidas sobre ménsulas son realmente espectaculares y la cripta, a la que se puede acceder, también. También es realmente preciosa la puerta de entrada románica, que está considerada una obra maestra de este estilo. No os podéis perder la visita de esta basílica, una de las más bellas que ver en la República Checa.
Volvemos al coche y ponemos el GPS rumbo en Brno. Es un acierto llevar el GPS, una práctica que hemos repetido los últimos viajes donde hemos alquilado coche y la verdad es que nos hace sentir mucho más seguros, al tiempo que nos evita perdernos, lo que aquí hubiera sido más que seguro, ya que las indicaciones son a menudo demasiado escasas.
Llegamos a Brno a media tarde, contentos de haber descubierto dos preciosas ciudades de la República Checa como son Telc y Třebíč.