La Ruta Modernista de Barcelona es una de las visitas más interesantes que se pueden hacer en la capital catalana. La Ruta Modernista comprende un gran conjunto de edificios repartidos por toda Barcelona, obra de los mejores arquitectos modernistas. Algunas de las cuales forman parte del Patrimonio de la Humanidad, como muestra de la importancia que este estilo adquirió en Barcelona.
Sin desmerecer el patrimonio modernista de ciudades como París o Viena, quizás sea la Ruta del Modernismo de Barcelona una de las más interesantes del mundo, con ejemplos tan notables como la Sagrada Familia, el Hospital de Sant Pau o el Park Güell, todas ellas, reconocidas entre las más bellas obras modernista nunca realizadas. En este Ruta Modernista de Barcelona conoceremos la obra de los arquitectos modernistas más conocidos. Las obras de Gaudi en Barcelona tienen especial importancia en esta ruta, desde luego. Pero no menos las de Puig i Cadafalch o Domènech i Montaner u otros arquitectos modernistas menos conocidos.
RUTA MODERNISTA POR EL CENTRO DE BARCELONA. PASEAR ES GRATIS.
Esta Ruta Modernista que describo se centra, sin embargo, sólo en el centro de Barcelona. Se trata de una ruta que tiene una longitud de unos cinco kilómetros y que se puede tardar en realizar desde un par de horas o todo un día. Depende, claro, de los interiores que se quieran visitar y del tiempo que se tarde en hacer las fotografías.
En este post, no hablaremos de los interiores, sino que trataremos sólo del paseo que se puede hacer gratis y que supone conocer, aunque sea a través de las fachadas, algunos de los edificios más emblemáticos de la Ruta Modernista del Centro de Barcelona. Para otras entradas dejaremos la descripción de cada uno de los edificios, aunque ya os aviso que visitar los interiores de la Ruta del Modernismo no sólo no es gratis, sino que a menudo tiene un precio un poco elevado.
LA DIAGONAL. DE LA CASA SAYRACH A LA CASA DE LES PUNXES.
Nuestro paseo por la Ruta Modernista comienza en la Casa Sayrach, en el número 423 de la Avenida Diagonal. Para llegar allí se puede tomar el metro Diagonal o hacer un paseo de veinte minutos desde Plaza Cataluña.
La Casa Sayrach es un ejemplo del último modernismo, pues data de 1918. Se trata de una obra de Manuel Sayrach, uno de los arquitectas modernistas menos conocidos, precisamente el hijo del promotor, que realizó el proyecto cuando aún no había terminado los estudios de arquitectura, por lo que no firma el proyecto.
El edificio es esquinero. Su fachada destaca por las formas curvas, la esbelta torre cilíndrica y la bonita terraza, pero lo más bonito, a falta de poder conocer el interior, es su vestíbulo, que bebe de fuentes gaudinianas y es un compendio del mejor modernismo.
El edificio es privado de modo que hay que cruzar los dedos y que algún vecino abra la puerta para poder disfrutar de este vestíbulo. Nosotros tuvimos suerte y pudimos visitar, pero dada la privacidad del edificio, se puede tener más o menos. Os dejo un par de fotos para que veáis la belleza de este vestíbulo.
Nuestra particular Ruta del Modernismo de Barcelona continúa con la Casa Comalat, que se encuentra en otro edificio privado, en Diagonal 442. El edificio es obra del arquitecto Salvador Valeri i Pupurull , otro de los arquitectos modernistas menos conocidos, y fecha de 1909. La curva gaudiniana es nuevamente la protagonista de las dos originales fachadas de la Casa Comalat. No hay que quedarse, sin embargo, con la fachada principal, sino que vale la pena dar un vistazo a la fachada que da a la Calle Córcega, más informal e interesante, donde destacan los arcos parabólicos de las puertas, que recuerdan la solución utilizada por Gaudí en el Palau Güell.
Casi enfrente encontramos el Palacio del Barón de Quadras, en Diagonal 373, una preciosa obra que es fruto del ingenio de Josep Puig i Cadafalch y que combina el estilo neogótico con el mejor modernismo. La fachada anterior, que da a la Diagonal es más bien neogótica, en cambio, la posterior, que da a la calle Rosselló, es modernista. El edificio, que Puig i Cadafalch restauró en el nuevo estilo en 1902 es la sede del Institut Ramon Llull, por lo que vale la pena visitarlo en días de apertura del instituto, cuando se puede conocer el patio interior.
Poco más de 100 metros separan estos dos edificios del próximo punto de nuestra Ruta del Modernismo: la Casa de les Punxes o Casa Terrades. El genio de Josep Puig i Cadafalch se vuelve a manifestar en la restauración llevada a cabo en estos inmuebles de la Familia Terrades. El edificio, que ocupa toda una manzana, está concebido como un auténtico castillo en medio de la avenida Diagonal. Al igual que otras insignes obras del Modernismo en Barcelona, como el hospital de Sant Pau, la Casa Terrades, que data de 1905, está construida con ladrillo visto. Pero son precisamente sus 4 torres esquineras lo más singular del edificio y lo que le da nombre.
LA RUTA DEL MODERNISMO EN EL PASEO DE GRACIA
Para seguir con nuestra Ruta del Modernismo por el centro de Barcelona debemos volver atrás y bajar dirección Plaza de Cataluña por el Paseo de Gracia, que a finales del siglo XIX se convirtió en el gran escaparate de la burguesía catalana que marchaba de la zona más vieja de la ciudad, como el Raval o el barrio de Marina, para instalarse en una zona más salubre.
El edificio que primero visitaremos, o al menos desde fuera, pues ya hemos dicho que nuestra ruta es sólo un paseo, es la Casa Milà, más conocida como la Pedrera, que es uno de los edificios más insignes de la Ruta del Modernismo en Barcelona, y obra del que sin duda es el más conocido de los arquitectos modernista.
Se trata de uno de los mejores edificios de Gaudí, en un momento en que el arquitecto de Reus ya se ha convertido en uno de los grandes arquitectos del momento. El edificio se organiza alrededor de dos patios de luces, pero lo que impresiona al visitante es la preciosa fachada, llena de formas curvas y con balcones de hierro forjado. Desde la fachada también podemos ver otra de las características que ha hecho famosa la obra: las preciosas chimeneas. Parece que el lema del edificio sea «prohibida la línea recta». La Casa Milà se ha convertido en uno de los ejemplos más importantes del modernismo de Barcelona y del mundo entero.
En la otra acera del Paseo de Gracia y cuatro manzanas más abajo, en dirección a la Plaza de Cataluña, llegamos a la que es conocida como la Manzana de la Discordia, donde se encuentran tres edificios extraordinarios que son obra de los tres arquitectos modernista más importantes que trabajaron en la ciudad.
La primera fachada que nos impresiona es la de la Casta Batlló, obra de Antoni Gaudí. Se trata de un edificio de ocho plantas, de principios de siglo XX, donde Gaudí vuelve a jugar con las formas curvas que caracterizan su obra. Las columnas tienen forma de hueso y abundan las representaciones vegetales. La fachada está recubierta de quebradizo, la cerámica rota en trocitos, que es otra de las características del genio de Reus. También destaca la tribuna principal, en el primer piso, que tiene diez metros de altura y donde la curva también se impone y sobre todo, los balcones realizados con hierro forjado y pintados con carbonato de plomo para evitar su oxidación.
La forma de antifaz con que están diseñados estos balcones hacen de ellos una de las imágenes más típicas de la Ruta del Modernismo de Barcelona. Desde hace unos años, la Casa Batlló, lo mismo que los otros tres edificios de la Manzana de la Discordia, están abiertos al público. Por supuesto, no es gratis. Hay que pasar por caja y no a precios populares.
Justo al lado de la Casa Batlló encontramos la Casa Amatller, obra en esta ocasión de Puig i Cadafalch. Una obra ésta, lo mismo que la Batlló, que surge de la restauración de un edificio antiguo. Si Gaudí casi no deja espacio a la recta, Puig i Cadafalch sí la utiliza mucho más, al menos en su fachada, y en concreto con su coronamiento escalonado, que recuerda la arquitectura germánica y flamenca.
Como otras obras del modernismo catalán, Puig i Cadafalch utiliza elementos neogóticos en su diseño. La cerámica también domina la fachada del edificio, así como el hierro forjado y las esculturas de piedra, entre las que destacan un Sant Jordi que separa las dos puertas asimétricas.
Unos metros más abajo, haciendo esquina nos encontramos con el tercer edificio de la Manzana de la Discordia. Se trata de la Casa Lleó i Morera, una obra del arquitecto del Palau de la Música Catalana y del Hospital de Sant Pau, Lluís Domènech i Montaner. Se trata de un precioso palacete con una decorada fachada donde destaca su balcón y la esbelta cúpula, en forma de templete, así como unos balcones realizados con un gusto exquisito o la bonita tribuna.
DE ELS QUATRE GATS AL PALACIO GÜELL.
Como después de este paseo por la Diagonal y el Paseo de Gracia muy probablemente nos haya venido el apetito, vale la pena bajar hasta la Plaza de Cataluña y después por el Portal del Ángel y romper por la calle Montsió, donde se encuentra uno de los restaurantes más emblemáticos de la Ruta del Modernismo. Se trata de Els Quatre Gats, un local ideal para reponer fuerzas, ya sea en forma de menú completo, o al menos, con un vermut que nos permita seguir con la ruta.
Es este uno de los restaurantes con más solera de Barcelona, que data de 1897, en tiempos en que el Modernismo Catalán estaba en plena ebullición. Se encuentra en los bajos de la Casa Martí, un edificio de Puig i Cadafalch. En este restaurante se reunían algunas de las figuras más importantes de la intelectualidad y la vanguardia de la época, como el polifacético Utrillo o los pintores Joaquim Mir, Ramón Casas i Santiago Rusiñol (este, también escritor). Eran habituales las tertulias en este establecimiento que está lleno de obras de arte entre las que destacan la célebre pintura de Casas, Ramón Casas y Pere Romeu en un tándem, aunque el original se encuentra en el Museo de Arte de Cataluña.
Una vez repuestas las fuerzas hay que acercarse hasta otro de los edificios más emblemáticos de la Ruta del Modernismo del centro de Barcelona y de hecho, de la burguesía catalana de principios de siglo XX: el Palau de la Música Catalana.
Nuevamente es Lluís Domènech i Montaner el diseñador del Palau de la Música Catalana, el autor de una obra que data de principios de siglo XX y que supone, junto al Hospital de Sant Pau, la coronación de este arquitecto como uno de los grandes del primer tercio del siglo XX en todo el mundo. Ambos edificios forman parte del Patrimonio de la Humanidad.
La obra vista, la cerámica y la escultura se superponen en la fachada del Palau de la Música, uno de los conjuntos arquitectónicos más bellos de Barcelona. Montaner utiliza aquí la técnica del trencadís, tan y como Gaudí lo hace en muchas de sus obras. La escultura La canción popular catalana, que se encuentra en la esquina del edificio (calle Sant Pere més Alt con Amadeo Vives) es una de las más célebres del modernismo catalán y es obra del escultor de Olot Miguel Blay y Fábregas. En la fachada también disfrutamos del precioso balcón del primer piso o del conjunto de bustos del segundo piso, que representan alguno de los músicos más importantes de la historia.
La única pega que tiene el Palau de la Música Catalana es que se localiza en un estrecho callejón que dificulta la contemplación de todo el edificio. El Palau de la Música también organiza visitas guiadas.
Para acabar con nuestra Ruta del Modernismo por el centro de Barcelona tomamos la Rambla de Barcelona, para bajar dirección a la estatua de Colon, y romper por la calle Nou de la Rambla. Allí encontramos el Palau Güell, obra de Gaudí, realizada por encargo de su mecenas más importante, Eusebi Güell, en una localización, cerca de la Rambla, donde curiosamente la burguesía catalana de principios de siglo XX se marchaba. Se trata de una de las primeras obras de Gaudí en Barcelona, realizada cuando aún no había despuntado y estaba buscando su estilo. Es una obra de 1886.
En la fachada destaca la puerta principal (donde Gaudí utiliza por primera vez la forma de la catenaria invertida), la utilización del hierro forjado, la hermosa tribuna del primer piso (que formaba la planta noble del edificio) y la balaustrada almenada que corona el edificio. Pudimos visitar el Palacio Güell gracias a unas jornadas de puertas abiertas, por lo que os recomiendo este post.
BARCELONA. 50 MARAVILLAS DEL MODERNISMO (Ediciones Lectio). Un libro que supone un paseo por lo mejor del modernismo en Barcelona. Las 50 obras más importantes que de este movimiento podemos encontrar en la capital catalana. En esta cuidada edición hallaremos los edificios más celebres de Antoni Gaudí, Lluís Domènech i Montaner y Josep Puig i Cadafalch, pero también obras de arquitectos menos conocidos, pero también de vital importancia en la Barcelona modernista, como Enric Sagnier o Domènech i Estapà.Tate Cabré, Doctora en Periodismo y Comunicación y autora de una tesis sobre Puig i Cadafalch es la responsable de los textos, mientras que Miquel Badia lo es de las fotografías. Ediciones en catalán y castellano.
CÓMO LLEGAR A BARCELONA
Barcelona es una de las ciudades mejor comunicadas de Europa, por lo que llegar en avión o tren, no es nada difícil. Varias compañías aéreas low cost así como de las tradicionales vuelan a Barcelona. Desde el aeropuerto de Barcelona se puede llegar al centro de Barcelona en transporte público, utilizando el autobús o el tren de cercanías (desde la terminal 2). Si se ha llegado en un vuelo que aterriza en la terminal T1, un bus lanzadera comunica las dos terminales.
La mayoría de trenes de larga distancia que llegan a Barcelona lo hacen a la estación de Sants, bien comunicada en metro con el resto de Barcelona.
Encontrar alojamiento en Barcelona no tiene ninguna dificultad más allá de comparar precios que se adecuen al bolsillo del viajero. Se puede hacer en cualquier central de reservas o agencia de viajes online.
Comentarios:
21 comentarios en “RUTA MODERNISTA DE BARCELONA. Que ver en el centro de Barcelona.”
Oh! Barcelona 🙂 mi ciudad y el punto de partida de todos nuestros viajes. Muchas veces cuando estamos en la otra punta del mundo y se acerca la hora de volver pensamos que es menos ¨triste¨si vives en Barcelona. Por sus playas, sus edificios, la cultura, los restaurantes… en fin.. Barcelona es genial 🙂
Un abrazo
Sí, yo creo que es una de las ciudades más bonitas del mundo. Se come bién, buena playas. Teatros, cines, museos y sobretodo, el modernismo. Tenemos que salir a conocerlo, Meritxell!!! Una abraçada!
Me encanta tu página. En noviembre voy a Barcelona y quería ver la ruta modernista y el Manac. Sabes si se hacen descuentos para discapacitados y donde comprar las entradas. Gracias
Muchas gracias por tus palabras, Concha. las entradas del MNAC las puedes comprar en las mismas taquillas. No suele haber grandes colas. a lo sumo unos pocos minutos. Según su página web, la entrada es gratuita para «Titulares de la Tarjeta Acreditativa de la Discapacidad de la Generalitat de Catalunya». También «Sábados, a partir de las 15 h; los primeros domingos de cada mes».
Un abrazo y gracias por pasarte por aquí.
¡Genial la ruta modernista!
¿Pero no olvidamos a alguien? 😉
Cierto que no está tan céntrico como los edificios que comentas, pero el Museo Gaudí, Casa Vicens, es otra de las casas que bien merece un paseo.
¡Gracias por el aporte! 🙂
Gracias por vuestro aporte. Solo que este post es de antes de que la casa Vicens se abriera al público. Luego le dedique un post especial a ella solita y la he incluido en otro post acerca de todos los monumentos de Gaudí que hay en Barcelona. Un abrazo y gracias por pasaros por aquí.