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SEGOVIA. Mucho más que el acueducto.

Aunque son muchas las cosas que ver en Segovia, es precisamente el acueducto de Segovia una de aquellas construcciones que justifican la visita a una ciudad. Uno podría desplazarse cientos de kilómetros para visitar el acueducto y quedaría satisfecho al conocer una de las obras de ingeniería más importantes que la Antigua Roma construyó en la Península Ibérica. Pero es que además, visitar Segovia supone disfrutar de suficiente cantidad de atractivos como para que pueda ser considerada una de las ciudades más bonitas de España y con más cosas que ver y hacer en un día.

Es decir, Segovia es un imprescindible ya sea en una Ruta por Castilla o en una escapada de un solo día desde Madrid, y a menudo su atractivo ha sido minusvalorado frente a ciudades como Toledo y Salamanca.

QUÉ VER EN SEGOVIA EN UN DÍA. DEL ACUEDUCTO A LAS IGLESIAS ROMÁNICAS.

EL ACUEDUCTO DE SEGOVIA

Sin duda, es el acueducto la visita imprescindible de Segovia. Es esta una magna obra construida por la Antigua Roma con la idea de traer el agua de la sierra hasta la ciudad y que supone uno de los monumentos más armoniosos de España. Es por ello que no es de extrañar que sea el acueducto el verdadero motor del turismo en Segovia. Sin duda, no se entendería visitar Segovia y no querer acercarse primeramente a su acueducto, pues pocos monumentos son tan definitorios de una ciudad como el acueducto lo para esta capital castellana. Se trata, además, de uno de los acueductos más bonitos del mundo.

Para la construcción del acueducto se utilizó piedra granítica de Guadarrama con la particularidad de que los sillares que forman los 167 arcos no están unidos por ningún tipo de argamasa. Un obra cumbre que permitió que las aguas llegaran a la ciudad hasta hace bien poco, lo que da fe de lo extraordinaria de una construcción que data del siglo I.

El acueducto llevan las aguas que nacen en Riofrío y antes de llegar a la zona más espectacular del acueducto, que es la que se encuentra en la plaza del Azoguejo de Segovia, pasa por una serie de canales que llevan el agua hasta el centro de la ciudad. El agua pasa, además, por los que son conocidos como desarenadores, unas estructuras diseñadas para eliminar la arena y las impurezas del agua.

Es en la zona del Azoguejo donde el Acueducto de Segovia se muestra más imponente en una imagen que se hace difícil de olvidar. Aquí encontramos la serie de 43 dobles arcadas superpuestas y que son el emblema de la ciudad. El acueducto, sin embargo, sigue su trayecto, pues esta zona de la plaza del Azoguejo sólo está diseñada para salvar la depresión de terreno. Los canales siguen hasta la zona del Alcázar de Segovia, aunque el acueducto en sí termina en la zona conocida como Alto del Postigo.

Es el acueducto el monumento más importante de la ciudad, pero no el único, pues esta urbe merece la visita de un día entero. Son muchas las cosas que ver en Segovia, entre otras, su preciosa Catedral, el Alcázar o las múltiples iglesias románicas, y demasiado poco el tiempo que disponemos para ello. Así pues, seguimos en ruta, en dirección a la otra visita imprescindible de Segovia: el Alcázar.

ALCÁZAR DE SEGOVIA

No es de extrañar que el Alcázar de Segovia haya sido el escenario de muchas producciones cinematográficas en los últimos cincuenta años. Su estampa lo convierte en uno de los castillos más bellos de España, y su situación, justo en la confluencia de los ríos Eresma y Clamores, lo hace único y con unas vistas impagables de los alrededores.

El alcázar que podemos ver actualmente dataría del siglo XII (pero con muchas remodelaciones posteriores, y en particular después de un grave incendio ocurrido en el siglo XIX), pero al parecer, se edificó sobre un antiguo castillo que podría haber tenido un origen celta. Se trata de un castillo edificado en estilo gótico que se convierte en residencia real a partir del siglo XII.


El alcázar de Segovia tiene la mayoría de elementos que uno espera encontrar en un castillo medieval: el puente levadizo que salva un foso, las murallas que la rodean, las torres acabadas con grandes chapiteles, un gran patio de armas y una preciosa torre del homenaje almenada y con múltiples torreones decorativas. Es precisamente desde esta Torre del Homenaje, conocida como Torre de Juan II desde donde se puede disfrutar de unas extraordinarias vistas de los alrededores del castillo y que nos hacen entender la importancia estratégica que tenía la situación del alcázar durante la Edad Media.

El interior del castillo responde al estilo palaciego en que estaba decorado, no en vano el alcázar se convirtió en residencia real. Destaca la cámara regia o las salas de la Galera y los Reyes, donde no nos perdemos el precioso artesonado que decora el techo.

Otra cámara que no pasa desapercibida es la del Salón del Trono, un cuarto de ocho metros de lado y planta cuadrangular que data de tiempos de Enrique IV. El salón del trono también está decorado con un bonito artesonado, pero la disposición actual intenta recrear la que habría tenido en tiempos de los Reyes Católicos. Destaca el gran escudo que se encuentra justo detrás de los dos tronos (por el rey y por la reina).

CATEDRAL DE SEGOVIA

No es de extrañar que la catedral de Segovia recuerde a la Catedral Nueva de Salamanca. Las dos responden al ingenio de Juan Gil de Hontañón, uno de los más grandes arquitectos y maestros de obras del siglo XVI y que fue el primero de una larga estirpe familiar.

La catedral de Segovia se considera una obra del gótico tardío, cuando ya se empiezan a encontrar las primeras trazas de lo que será el Renacimiento. Fecha del 1525, que es cuando se empezaron las obras. Este templo sustituyó a la antigua Catedral románica, que quedó destruida durante la conocida como Guerra de las Comunidades de Castilla, del 1520 y que motivó la construcción del nuevo templo.

En la Catedral de Segovia encontramos los elementos más habituales del gótico, como los pináculos, los arbotantes o contrafuertes. En el interior, la catedral está dividida en tres naves y dispone de crucero y girola, que permite rodear el altar mayor por detrás, gracias al ábside semicircular que está lleno de capillas. En total, son 18 las capillas que encontramos repartidas entre la girola y las naves laterales, algunas tan bonitas como la Capilla del Sacramento donde destaca un bonito calvario románico.

Las vidrieras de la catedral datan del siglo XVI y son también uno de los elementos más destacados del templo. En total encontramos 65 vidrieras, aunque sólo un primer grupo corresponde a la primera fase del siglo XVI. No hay que perderse tampoco la observación del hermoso retablo del altar mayor, de estilo neoclásico y que fue mandado construir por Carlos III en la segunda mitad del siglo XVIII. En el centro del retablo encontramos la Virgen de la Paz, una obra románica, del siglo XIII donada a la catedral por Enrique IV.

Tampoco hay que pasar por alto el precioso claustro edificado en gótico flamígero. Se trata de una obra diseñada por Juan Guas, maestro de obras de capital importancia en la Castilla de finales de siglo XV (es el autor del también flamígero Convento de San Juan de los Reyes, de Toledo). Se trata del mismo claustro que se encontraba en la antigua catedral románica, aunque como explico, se trataba ya de un claustro gótico. Tras la destrucción de la primera catedral, el claustro fue desmontado y vuelto a montar piedra a piedra en la nueva catedral.

Uno de los elementos más destacados de la Catedral y que a nadie pasa desapercibido es el de la inmensa torre. Hay que decir que hasta mediados de siglo XX, la torre estaba habitada por el campanero.

IGLESIAS ROMÁNICAS DE SEGOVIA.

Más allá de las tres visitas estrellas de la ciudad de Segovia, representadas por el acueducto, la catedral y el Alcázar, otra de las cosas que que hacer en Segovia es disfrutar de un recorrido por algunas de las más bonitas iglesias románicas de la ciudad, casi todas ellas construidas en un precioso estilo románico, que convierten la ciudad de Segovia en una de las poblaciones españolas donde el románico está más presente, aunque no siempre se le ha reconocido su importancia.

Entre las iglesias que recorremos y que más nos gustan está la Iglesia de San Millán, que con su atrio, sus ábsides, la nave y el campanario suponen un modelo para buena parte de las iglesias románicas de la ciudad. Esta iglesia se construyó sobre un templo anterior de estilo mozárabe.

Más posterior es la iglesia de San Esteban, que al igual que la de San Millan conserva un hermoso atrio, que servía a menudo de centro de reuniones. Aunque la torre fue destruida por un incendio de finales del siglo XIX y tuvo que ser reconstruida, está considerada como uno de los campanarios románicos más bonitos y destaca por su altura.

Una tercera iglesia románica que no nos perdemos es la iglesia de San Martín que, al igual que la de San Millán, presenta tres ábsides y un bonito atrio. San Martín tiene un campanario en forma de cimborrio, diseñado éste, en estilo mudéjar.

Por último, nos gustaría destacar un monasterio que no tuvimos la oportunidad de visitar, por falta de tiempo y que sólo pudimos ver desde la lejanía, en concreto desde la torre de homenaje de la terraza del Alcázar. Por suerte son muchas las cosas que ver en Segovia, pero por desgracia, demasiado corto nuestro tiempo destinado a la ciudad.

Se trata del hermoso Monasterio del Parral, una obra del 1447 mandada construir por Enrique IV. Aunque el monasterio fue abandonado durante el siglo XIX, a partir de 1927 fue nuevamente ocupado por religiosos Jerónimos. Destacan los múltiples claustros, que como digo, no tuvimos la oportunidad de visitar.

Y así termina nuestra visita de un día a Segovia, una ciudad que más allá de su acueducto, presenta un montón de visitas que la sitúan como una de las ciudades más bonitas de España.

CÓMO LLEGAR A SEGOVIA

Aunque Segovia no tiene aeropuerto, dista menos de 100 kilómetros de Madrid y está bien comunicada con la capital. El tren rápido conecta Madrid y Segovia en menos de media hora.

Lo más interesante es sin embargo, desplazarse en coche, lo que permite conocer los alrededores de Segovia, como el hermoso palacio de la Granja de San Ildefonso. Si no se cuenta uno de propio, se puede alquilar un coche con el fin de disfrutar de un día de turismo en Segovia y alrededores. Thrifty te permite alquilar el coche en el mismo aeropuerto de Madrid lo que supone una facilidad para iniciar una viaje por los alrededores de la capital desde el mismo momento que se llega en avión. Además, a diferencia de otras compañía de alquiler de coche, es posible recoger el vehículo durante las 24 horas del día.

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