LAS 15 CAPITALES Y GRANDES CIUDADES MÁS BONITAS DEL MUNDO

¿Cuáles son las ciudades más bonitas del mundo? Este es el nuevo reto que hemos compartido con Florencio Moreno , uno de los más grandes viajeros de la blogosfera española. Con él ya disfrutamos de algunos retos anteriores como el de descubrir las 15 mejores ciudades no capitales de Europa occidental y oriental o los 18 recintos arqueológicos más bellos del mundo.

Esta vez, cada uno de nosotros ha elegido 15 ciudades que considera las más bonitas del mundo dentro de las capitales de estado. También quedan incluidas en la lista las megalópolis no capitales de estado. Como siempre, entre las escogidas, deben ser ciudades que conozcamos de primera mano.

Tras descartar varias ciudades como Buenos Aires o Nueva Delhi, en la lista final de Capitales y Grandes Ciudades más bonitas del mundo hemos incluido 6 ciudades europeas, 3 ciudades asiáticas, 2 de oriente medio, 2 ciudades americanas y 2 de africanas. Desgraciadamente no hemos visitado Oceanía, por lo que este continente queda sin representante en la lista.

De las 15 grandes ciudades elegidas como más bonitas del mundo, 12 son capital de estado, 2 han sido capitales imperiales, aunque actualmente no son capital de estado (Estambul y Marrakech) y una no ha sido nunca capital de estado, aunque nadie puede poner en duda que es una de las ciudades más excitantes del mundo (Nueva York).
Aquí os dejo pues la lista de las 15 capitales y grandes ciudades más bonitas del mundo.

LAS 15 CAPITALES Y GRANDES CIUDADES MÁS BONITAS DEL MUNDO

PARIS

Más allá de que los tratados sitúen a Bruselas o Estrasburgo como capitales políticas europeas, es difícil poner en duda que son París y Londres las dos verdaderas capitales del viejo continente.

Seguro que París tiene detractores, pero es difícil ponerle pegas a una ciudad que tiene más de 2000 años de historia y que ya hace más de 1500 que el rey Clodoveo, rey de los Francos, la nombró capital de su reinado. Desde entonces, se ha ido construyendo una ciudad que cuenta entre sus alicientes con algunos de los monumentos y museos más conocidos, populares e importantes del mundo. ¿Quién no ha visto ninguna fotografía de la Catedral de Notre Dame, la Torre Eiffel, el Arco del Triunfo o el Sagrado Corazón? ¿Quién no ha oído hablar del Museo del Louvre o el Museo de Orsay?

En París encontramos una serie de interminables grandes avenidas y bulevares, rincones más bohemios como Montmartre o incluso los cementerios más bonitos de Europa, como el Pere Lachaise o un sin fin de pequeños e interesante museos. Se trata pues de una ciudad que merece ser revisitada una y otra vez y que no podría faltar en la lista de las 15 más bonitas grandes ciudades del mundo.

ROMA

Durante más de 500 años fue la ciudad más importante de Occidente. Y aún ahora, y en parte, gracias al legado de la antigua Roma, se mantiene como una de las ciudades más atractivas de todo el mundo. Para nosotros, nuestra preferida tras Estambul. El Coliseo, los Foros Imperiales, el Arco de Tito, las Termas de Caracalla, el Panteón de Agripa o la Columna Trajana forman parte de ese enorme legado. Pero más allá de aquellos años de enorme esplendor y después de pasar por un largo período de oscurantismo durante la Edad Media, con la llegada del Renacimiento y el Barroco, la Roma Papal se revitaliza gracias a las obras llevadas a cabo por los mayores arquitectos, urbanistas, escultores y pintores que la historia de occidente haya conocido. Prueba de este urbanismo son algunas de las más escénicas plazas edificadas jamás, como la Piazza Navona (construida en el antiguo estadio de Domiciano), la del Capitolio (obra de Miguel Angel), la de San Pedro del Vaticano (obra de Bernini) o la de España, con la famosa escalinata que lleva hasta la iglesia de la Trinidad.

Además, en Roma podemos encontrar cientos de iglesias, algunas con más de mil años de antigüedad y que están entre las más extraordinarias que la Cristiandad ha construido, como San Pablo Extramuros o San Juan de Letrán.

Y por si fuera poco, pero no por último, la ciudad conserva algunos de los más extraordinarios fondos museísticos del mundo, como los Museos Vaticanos con la Capilla Sixtina, los Capitolinos con la Loba capitolina (el símbolo de la ciudad), la Galería Borghese donde encontramos el legado de Bernini o la Galería Doria Pamphilli y el Palazzo Barberini, donde se encuentran algunas de las más destacadas pinturas del Barroco. ¿Hacen falta más motivos para visitar Roma? Los hay a miles. Podéis leer más sobre los imprescindibles de Roma aquí.

LONDRES

No sólo es la capital económica de Europa si no probablemente, una de las grandes ciudades más bonitas que hay en el mundo. Uno no se cansa de visitar Londres y disfrutar una y otra vez de sus grandes avenidas y de algunos de los iconos del viejo continente, como el Big Ben y las Casas del Parlamento o los neones de Picadilly Circus.

Pero más allá de los grandes monumentos, iglesias (como la Abadía de Westminster o San Paul) y museos (como el British, la Tate Gallery o la National Gallery), el alma de Londres se encuentra en sus mercados como el Borough, Camden , Covent Garden o Portobello y en sus grandes y agradables parques, donde los londinenses aprovechan cualquier rayo de sol para poder pasar un agradable rato tumbados en el césped o practicando deporte, como el enorme Hyde Park o los más recogidos St. James o Regent ‘s.

En Londres, siempre encontraremos nuevos museos dispuestos a ser descubiertos, pequeños parques desconocidos en medio de una manzana o nuevas tiendas de vanguardia que se abren, en una de las ciudades más vitales del mundo.

BERLÍN

Berlín ha sido desde hace siglos la capital de Alemania por más que los libros explicaran durante muchos años que ésta se encontraba en Bonn. Con la caída del Muro de la Vergüenza, la ciudad recupera de forma oficial la capitalidad y con la unión de las dos Alemanias, una vitalidad que la sitúa como una de las grandes ciudades europeas más vanguardistas y siempre en primera fila de las nuevas modas y tendencias. Si París fue la que marcó la tendencia en los movimientos artísticos y sociales en la primera parte del siglo XX y de hecho hasta los años 70, Berlín tomó la iniciativa con la caída del muro.

Las grandes avenidas y parques, como Under den Linden y Tiergarden, algunos de los edificios más emblemáticos del mundo (como el Reichstag o la Puerta de Brandenburgo), algunos de los museos con mejor fondo artístico que se encuentran en el viejo continente y que han hecho que la Unesco reconociera la Isla de los Museos como Patrimonio de la Humanidad y algunas de las plazas más emblemáticas de la ciudad, como Alexanderplatz o Postdamer Platz y la posibilidad de visitar algunas partes del Muro que aún quedan en pie y que forman parte de la Historia Contemporánea de Europa (como la East Side Gallery) hacen que Berlín sea una de las ciudades más interesantes del mundo entero.

MOSCÚ

A menudo eclipsada por la imperial San Petersburgo, se podría pensar que Moscú es una ciudad gris y sin encanto. Nada más lejos de la realidad. Son muchos nos encantos de la capital rusa pero dos sus puntos neurálgicos que se llevan la palma: el recinto del Kremlin y la Plaza Roja y su alrededor.

El Kremlin, el conjunto de edificios que representan el poder civil y religioso de Rusia, es uno de los recintos más espectaculares de toda Europa. En esta auténtica ciudad amurallada encontramos algunas de las catedrales más extraordinarias del mundo ortodoxo, como las de la Asunción, la de la Anunciación o la del Arcangel Miguel. Además, claro está, en el Kremlin se encuentran los Palacios Presidenciales. Todo esto hace que el Kremlin haya sido incluido en la lista del Patrimonio de la Humanidad.

El otro punto de indudable interés es sin duda, la Plaza Roja y su alrededor, con la preciosa y original Catedral de San Basilio o el mausoleo de Lenin, uno de los lugares más míticos de Europa.

En Moscú sin embargo, también encontramos algunos de los museos de Arte más importantes de Europa como la Galería Tretiakov, otros impresionantes iglesias y catedrales como las de Nuestra Señora de Kazan y la de Cristo Salvador o Monasterios preciosos como el de Novodevitchy, una visita imprescindible y que también está bajo el paraguas de la lista de la Unesco. Aquí podéis leer acerca de qué ver en Moscú en 3 días.

ESTAMBUL

Para nosotros, no sólo la ciudad más bonita de Europa si no del mundo entero. Aunque estrictamente no es la capital de Turquía, que es Ankara, sí que lo fue durante décadas enteras de la Antigua Bizancio y posteriormente, del Imperio Otomano, que desde Estambul gobernó un vasto territorio.

Es por esto que los más extraordinarios monumentos de Estambul se remontan a estas dos épocas: la bizantina, cuando Bizancio era la capital del Imperio Romano de Oriente y la Otomana. De la primera quedan monumentos tan extraordinarios como la Basílica de Santa Sofía, que fue durante mil años la iglesia más grande de la Cristiandad y que aún ahora sorprende por su tamaño, su diseño, la cúpula o los mosaicos. También la iglesia de San Salvador en Chora es un representante notable de aquella época y conserva algunos de los mejores mosaicos bizantinos del mundo entero.

De la época otomana podemos encontrar las decenas de preciosas mezquitas, algunas de ellas, las imperiales, entre las más importantes que jamás se hayan edificado. La Mezquita Azul y la Suleymaniye son las dos más notables. Además, en Estambul encontramos otras pequeñas mezquitas, mucho más recogidas, pero de extraordinario valor, como la Rustem Pasha, obra Mimar Sinan, el más célebre arquitecto otomano, que edificó también los inimitables baños turcos de Cemberlites.

Sin embargo, no debemos olvidar los otros barrios de Estambul, como el de Galata, que en tiempos fue dominado por los genoveses, el de Ortakoy, ideal para pasar la tarde, o el más tradicional de Eyup, donde después de disfrutar de una de las mezquitas más interesantes de la ciudad, debemos subir hasta la colina adyacente donde se encuentra el Pierre Lotti Café, para disfrutar de una de las más hermosas vistas urbanas de las que se encuentran en toda Europa.

BANGKOK

Probablemente sea una de las ciudades más caóticas del mundo, pero eso no le resta ni pizca de interés, a la que para nosotros es la ciudad más interesante del Sureste asiático. No faltan monumentos y templos emblemáticos en Bangkok, pero entre ellos, los más espectaculares son probablemente el Gran Palacio Imperial y el Templo del Buda Esmeralda, así como el Wat Pho, donde se encuentra el célebre buda reclinado, y donde además, se puede disfrutar de un masaje tailandés que en este templo tiene una de las escuelas más célebres.

Hacer un pequeño crucero por el río Chao Phraya, quizá para cruzar al otro lado y visitar el Wat Arun, perderse por los múltiples mercados, algunos de ellos flotantes, o acudir a un combate de thai boxing son otras de las actividades que se pueden hacer en la capital de Tailandia. En este post os hablamos de los imprescindibles de Bangkok.

BEIJING

Capital imperial de la antigua China desde que en el siglo XV el emperador Yongle traslada la capitalidad imperial desde Nanjing a la capital del Norte, que es lo que quiere decir Beijing.

Desde la Ciudad Prohibida, hoy un museo abierto al turismo, se gobernó un vasto imperio, de forma continuada, durante más de 500 años. Es éste, sin duda, uno de los edificios imperiales más emblemáticos no sólo de China, sino del mundo entero. Pero es que en Beijing hay un montón de edificios de enorme interés como el casi perfecto Templo del Cielo y el Yonghegong o Templo de los Lamas o preciosos parques, como el Parque de Beihai, con su enorme lago y sus múltiples pabellones edificados en estilo imperial.

El siglo XX y la progresiva apertura de China al mundo han dado lugar a nuevos y modernos edificios que está situando a la capital China entre las ciudades más modernas del mundo entero. Obras como la nueva Ópera de Beijing, el estadio Olímpico o la Sede de la Televisión Central de China son un ejemplo de ello.

Además, la zona al sur de la Plaza de Tiananmen, otro de los hitos de la historia contemporánea, ha sido parcialmente reedificada, aunque desgraciadamente sea a base de demoler buena parte de los barrios de tradicionales o hutongs, y es ahora, una de las zonas más agradables para el paseo, reconstruida con la idea de conservar parte de la antigua esencia de la Beijing de los siglos XVIII y XIX, ahora modernizada.

TOKIO

Tokio se disputa con Nueva York el apodo de la Ciudad que nunca duerme. La capital japonesa es una ciudad ultramoderna, donde lo más actual convive con su pasado como capital imperial, cuando recibía el nombre de Edo. De aquella época se conserva, por ejemplo, el Palacio Imperial.

Son los barrios más modernos, como Shibuya, con su famoso cruce de calles (quizás el más espectacular del mundo, conocido como Scramble Koutasen), Shinkuju (con sus rascacielos) o Harajuku, donde encontramos un puñado de frikis disfrazadas de lolitas o de Manga (lo que se conoce como cosplay), lo que hacen de Tokio una ciudad diferente.

En Asakusa, en cambio, encontramos el Tokio más tradicional, con su Templo Senso-ji, que intentar mantener la tradición en una ciudad fascinante devorada por el post-modernismo.

JERUSALÉN

Parcialmente ocupada y injustamente dividida, la capital palestina es una de las ciudades más fascinantes del mundo. Ciudad santa para tres de las tres religiones más importantes de los últimos 2000 años, en Jerusalén conviven con menos armonía de lo que sería deseable algunos de los recintos más venerados de la religión cristiana, judía e islámica.

Parece mentira que en una misma mañana se pueda estar delante de donde Jesucristo fue crucificado, posteriormente subir a la explanada de las mezquita para conocer donde Mahoma ascendió al cielo y finalmente, acercarse al Muro de las lamentaciones, para observar como los judíos acuden en masa para rezar en el muro de contención del Monte Moriá, donde se encontraba el venerado Templo Sagrado.

Y donde la historia es dudosa se pone imaginación. Sólo así se entiende que en un mismo edificio puedan convivir la Tumba del Rey David con el Cenáculo donde Jesús ofreció la Última Cena.

Iglesias armenias, misticismo y un poco de locura en los barrios ultraortodoxas, como el de Mea Shearim, hace de la ciudad tres veces santas, una de las más apasionantes del mundo.

DAMASCO

Hubo un tiempo, hace poco, en que Damasco era una de las ciudades más extraordinarias del mundo entero. Hacía siglos que así era para esta ciudad milenaria, hasta que una horrorosa guerra, quizás la más cruenta de todas desde la Segunda Guerra Mundial (junto con las guerras balcánicas) dejara la ciudad y el país entero sometido a la miseria y los escombros.

Es difícil saber cuál es el alcance actual de la destrucción a la que ha sido sometida la capital siria, pero no es difícil suponer que los daños deben ser escalofriantes y que más allá de la enorme cantidad de víctimas humanas inocentes, que sin duda siempre es lo más importante, el daño ocasionado al enorme patrimonio histórico y artístico debe ser igualmente horroroso.

En cualquier caso, por el recuerdo enorme que de la ciudad tenemos, así como por la gente que pudimos conocer durante aquél maravilloso viaje por tierras sirias, no he podido si no incluir Damasco, como una de las ciudades más bonitas del mundo.

En Damasco encontramos vestigios de la época de dominación romana, como el Templo de Júpiter, integrado ahora en el conglomerado de bazares de Damasco, pero su patrimonio principal proviene de la época islámica, cuando Damasco se convierte en una de las urbes más importantes del mundo y se edifican templos extraordinarios como la Mezquita de los Omeyas, una de las más bonitas que jamás se hayan construido.

También durante la época de dominio otomano se construyeron gran cantidad de templos, entre ellos alguna mezquita, como la Takiya Suleimaniya, edificada por el mismo Mimar Sinan, del que en Estambul hemos podido conocer el grueso de su obra.

Pero lo que más nos gustó en Damasco fue pasear por el bazar de Al Hamidiyah, fumar una pipa de agua en el inigualable Café Naufara, donde se encontraba el último cuentacuentos del mundo, comer un helado con pistachos en Bakdash, bañarnos al viejo hammam Nuredín o disfrutar de las mezquitas chiíes como la Ruqayya ola Zainab.

NUEVA YORK

Aunque tampoco se trata estrictamente la capital del país, nadie duda de que Nueva York es el motor económico de los Estados Unidos (y tal vez la capital económica mundial), además de ser la ciudad más vanguardista del país y donde se encuentran buena parte de los edificios más emblemáticos del mundo entero.

¿Alguien podría pensar que una ciudad donde se encuentra el Empire State Building (el rascacielos por antonomasia, aunque ya no se encuentre entre los 10 más altos del mundo), la estatua de la Libertad o el Museo Metropolitano no se encontraría en la lista de las 15 grandes ciudades más bonitas del mundo? Pasear por la 5ª Avenida y sorprenderse por alguna de las tiendas más curiosas del mundo, disfrutar de un partido de la NBA en el emblemático Madison Square Garden, pasear por el no menos mítico Central Park, cruzar a pie el Puente de Brooklyn, quizás el más cinematográfico del mundo o disfrutar de un musical en Broadway, la cuna de este género artístico, es alguna de las cosas que sólo se pueden hacer en Nueva York, la ciudad que nunca duerme, y que difícilmente ningún turista se querrá perder.

CIUDAD DE MÉXICO

Otra ciudad controvertida. Para muchos, una ciudad caótica y peligrosa. Para otros, como nosotros, una de las grandes ciudades más extraordinarias del mundo y que no podrían faltar en esta lista.

Aun ahora se pueden encontrar y visitar los vestigios de Tenochtitlan, la antigua capital del imperio mexica, pero la mayoría de gran edificios, avenidas y plazas que encontramos en la enorme ciudad de México se deben a la época posterior a la colonización española.

La Plaza de la Constitución, conocida popularmente como Plaza del Zócalo es el centro neurálgico de la capital mexicana y una de las más bonitas de Latinoamérica. En ella se encontraban los edificios más emblemáticos del poder civil y religioso posteriores a la colonización. La enorme Catedral Metropolitana, el Palacio Nacional, el Antiguo Ayuntamiento y el Edificio del Gobierno copan los cuatro puntos cardinales de una plaza que parece hervir a todas horas.

No hay que perderse en México rincones preciosos como la Colonia Coyoacan, donde encontramos la Casa Azul, que fue propiedad de la pintora Frida Kalho o el Lago y Jardín de Xoximilco, que forma parte del Patrimonio de la Humanidad, y donde a bordo de las preciosas trajineras se puede disfrutar de una de las zonas más entretenidas de toda la capital mexicana, especialmente los domingos, cuando los ciudadanos de la capital se desplazan a esta zona para disfrutar del fin de semana.

Además, nadie en México DF debería perderse el Museo de Antropología, uno de los más bonitos e imprescindibles del mundo y donde se conserva lo mejor de las culturas prehispánicas que poblaron la región, como los Teotihuacanos o los Mayas.

EL CAIRO

Una de las ciudades más fascinantes de África y del mundo entero. Aunque ya los romanos establecieron una fortaleza en esta plaza, no fue hasta la época de dominación árabe cuando El Cairo se desarrolla. Y de esta época son, por lo tanto, la mayoría de los más imprescindibles edificios que hay que visitar en la capital egipcia, como la Fortaleza de Saladino con las mezquitas de Hassan o la de Mohammed Alí o el Barrio de Khan Al Khalili, uno de los más extraordinarios bazares del mundo entero.

Además de este Cairo más islámico, no hay que olvidar sin embargo, que en El Cairo hay un barrio de excepcional importancia histórica y religiosa que se remonta a más de 1500 años. Se trata del barrio copto de El Cairo, que se debe a la época de la llegada de los primeros cristianos en el siglo IV. En iglesias como las de San Sergio o en la de Santa María, la comunidad copta intenta mantener sus ritos y tradiciones milenarias, a pesar de la intolerancia del islam más radical.

Por último, recordar que en El Cairo encontramos la única de las Siete Maravillas del Mundo Antiguo que sobreviven: se trata de las Grandes Pirámides, que se encuentran en la explanada de Giza, que ha sido fagocitada por expansión del Gran Cairo.

MARRAKECH

Aunque actualmente no es la capital de Marruecos, hubo un tiempo en que Marrakech, que fue fundada en 1062 por los almorávides, lo fue de todo el Imperio Islámico. Fue esta una época en que Marrakech queda amurallada y se construyen enormes palacios, jardines y templos que la convierten en una de las ciudades más bonitas de todo el mundo. Poco queda de aquella época, pues en 1147 los almohades conquistaron la ciudad y destrozaron el reciente pasado almorávide.

De esta época almohade sí que tenemos un montón de ejemplos, que aún ahora, sitúan la ciudad marroquí, como una de las más bonitas del mundo: mezquitas como la Kutubia (de la que la Giralda de Sevilla tomó referencia) o de la Kasbah o jardines como los de la Menara son algunos ejemplos. Con la caída de los almohades a manos del benimerís, la ciudad perdió la capitalidad en 1248, pero el 1549, Marrakech se convierte nuevamente en capital imperial cuando los saadís derrotan los benimerís. De aquella época se conserva el Palacio de El Badi. Finalmente, con la llegada de la dinastía actual, Marrakech pierde definitivamente la capitalidad del país.

A pesar de todo, el enorme espectáculo de la Plaza Jamma el Fna, quizás la más bonita de todo el continente africano y del enorme bazar adyacente, uno de los más interesante del mundo islámico, junto con el minarete de la Kutubia, madrazas como la de Ben Youssef (en medio del souk) o las preciosas tumbas Saadíes, hacen de esta ciudad, un imprescindible dentro de cualquier currículum viajero.

Por último, recordaros que no os olvidéis de visitar el blog del Florencio Moreno, para A un clic de la aventura. Mis 10 ciudades favoritas.descubrir cuáles son las ciudades elegidas por él, como Ciudades más bonitas del mundo.