El frailecillo o puffin es una de las aves más hermosas que se pueden encontrar en Islandia. Su avistamiento supone una de las actividades más habituales para los viajeros que visitan la isla.
Los frailecillos suelen vivir en los acantilados, por lo que durante el viaje por Islandia hemos visitado los que viven en la zona de Vik, en concreto en los acantilados de Dyrholaey. Pero al volver a Reikiavik, después de realizar nuestro recorrido por toda la isla, hemos querido volver a verlos.
AVISTAR FRAILECILLOS EN ISLANDIA: NUESTRA EXPERIENCIA EN REIKIAVIK
Para hacer el avistamiento de frailecillos en Reikiavik, la capital de Islandia, hemos elegido una de las empresas más solventes que se encuentran en el puerto de la ciudad y de la que teníamos buenas referencias: Sea Adventures. Y la verdad es que ha sido un acierto.
A las 10 de la mañana llegamos al puerto. Enseguida subimos a la embarcación que nos llevará hasta una de las islas cercanas a Reikiavik. Se trata de una pequeña embarcación para no más de 10 o 12 personas, pero hoy sólo somos siete viajeros además del capitán.
Por suerte no hace demasiado viento y además, hoy hace solecito. En menos de un cuarto de hora llegamos a la isla en cuestión y el mismo capitán de la embarcación nos hace de guía. Tenemos la fortuna, además, que el capitán es un chico de Barcelona que lleva dieciséis años viviendo en Islandia, de modo que si hay algo que no entendemos enseguida nos lo traduce. Jordi, que así se llama el capitán, es también biólogo y tiene bien aprendida la vida de los frailecillos.
Nos cuenta cosas que no sabíamos, como que los frailecillos son monógamos, es decir, que sólo tienen una pareja que les dura toda la vida, y que en invierno viven en alta mar. De hecho, sólo llegan a las costas del atlántico norte durante el verano, que es época de apareamiento, y que es cuando las hembras incuban el único huevo que ponen cada año.
Islandia es el país que tiene la población más grande de frailecillos y la ciudad de Reikiavik es un buen lugar para verlos, pero no el único. En Vik o en os fiordos del oeste son también muy comunes.
Cuando llegamos a la isla, el capitán ancla la embarcación y nos estamos un buen rato disfrutando de la colonia de frailecillos. Encontramos a cientos, pues todo el acantilado de la isla está lleno de ellos. Además de estas aves, hay otras, entre ellas algunas gaviotas, pero también otras que no conocemos.
Vemos los frailecillos salir y entrar a los nidos que excavan en el acantilado y tienen una profundidad de hasta tres metros. Jordi nos cuenta que o bien el macho o la hembra están incubando el huevo, mientras el otro sale fuera. Y es que los frailecillos se turnan en este trabajo, que en otras especies de aves es una actividad exclusiva de la hembra. O a veces, los vemos de dos en dos, que son la pareja y que quiere decir que todavía no han puesto el huevo. Llama la atención la actitud mimosa que los frailecillos en Islandia se profesan cuando están en pareja. Y llama la atención también que en los cuarenta años que pueden vivir los frailecillos, sólo tengan una pareja.
Estamos una media hora ante la isla disfrutando del espectáculo, viendo también como saltan del acantilado, como hacen vuelos rasante por encima del agua o como de vez en cuando pasan un rato, intentando pescar.
El frailecillo es un ave muy bonita que por cierto, recibe también el sobre nombre de payaso del mar. Aunque el plumaje de la cara es blanco, la frente, la corona y la nuca son de color negro, como también lo son la cola y las alas. El ojo está curiosamente dispuesto sobre una especie de triángulo de color grisáceo. Dentro de este triángulo está el ojo, con un iris oscuro rodeado de un triángulo rojizo, muy curioso. Pero lo que más destaca es el pico, estrecho y de forma triangular, visto de lado. La parte más distal del pico es de una combinación de rojo y naranja, mientras que la más próxima a la cara es de color grisáceo. Es precisamente el pico, una de las características más distintivas del frailecillo. Justo al lado del pico, el frailecillo también tiene una característica membrana amarillenta. Un animal bien bonito, que curiosamente también es un manjar en estas latitudes. Es frailecillo en Islandia es muy común, y por ende, no está protegido, por lo que el frailecillo ahumado es uno de los platos preferidos por los islandeses.
En fin, que podemos disfrutar de una media hora del avistamiento de frailecillos en Islandia, bien cerca de Reikiavik, y una vez visitada la colonia de aves, volvemos contentos a puerto. El avistamiento de frailecillos en Reikiavik con Sea Adventures ha sido un éxito y complementa el que tuvimos ocasión de hacer en los acantilados de Dyrholaey, cerca de Vik.
Comentarios:
16 comentarios en “REIKIAVIK. Visitando las colonias de frailecillos en Islandia.”
Que bonitos que son! últimamente los he visto por todas partes ya que este año Islandia ha sido elpaís de moda entre los viajeros que conoczco 🙂
Estoy seguro de que te encantaria Eva!!!!
Me encanta Islandia, aunque no tenía idea de que se los comieran!!!
Nosotros tampoco, pero parece que es un plato muy habitual.
Qué preciosidad!!!! Muero de amor!
Yo pensaba que era algo dificil encontrarlos pero si vas en época de apareamiento el exito es seguro, parece.