El Arte Románico es, probablemente, uno de los primeros estilos artísticos más o menos panoccidentales y homogéneos que aparecen en el Viejo Continente tras el desmembramiento del Imperio Romano, cinco siglos antes.
En cierta manera, el Arte Románico aparece como convergencia de una serie de estilos arquitectónicos más o menos locales que se habían desarrollado a partir del siglo V. En este sentido, si en España persisten obras cumbre del arte prerrománico (como el que encontramos predominantemente en el tercio superior de la península ibérica), en otras latitudes, son el arte árabe o el bizantino, los que podemos considerar como precursores del Arte Románico. Con evidentes matices, se puede considerar al Arte Románico como un primer intento de globalización arquitectónica y artística.
Es el Arte Románico un arte de predominantes connotaciones religiosas. Si bien es evidente que entre el arte románico podemos encontrar algunos ejemplos de arquitectura civil, como murallas, puentes o restos de palacios, la mayoría de ejemplos que persisten en la actualidad están en relación a la religión, y en concreto, al Cristianismo. De manera que no son pocos, los autores que consideran al Arte Románico, el primer arte Cristiano de la historia.
Como decía, el Arte Románico es una de las primeras expresiones artísticas pannacionales. En concreto, podemos encontrar Arte Románico, y en particular monasterios e iglesias románicas, en la península ibérica (particularmente en la mitad norte, aunque no de forma exclusiva), Francia, Italia, Reino Unido, los países de la órbita germana (sobretodo Alemania, pero también en Austria), Hungría o Croacia, por ejemplo.
El reto que nos hemos propuesto junto a mis amigos blogueros Florencio Moreno y Dani, autores de los blogs de viajes Fmanega y Viatges Pedraforca, es el de enumerar y describir 15 monumentos románicos que nos hayan gustado especialmente.
Mi lista de 15 monumentos románicos tiene, ya lo aviso, una clara hipertrofia de monumentos pertenecientes a la Península Ibérica (hasta 10), de los cuales además, 5 están ubicados en mi comunidad, Catalunya. Por otra parte, y como no puede ser de otra manera, la mayoría de obras seleccionadas, lo son de carácter religioso (ya sean catedrales, monasterios, colegiatas o iglesias románicas). Sin embargo, algunos de estos monumentos románicos han sido seleccionados no solo por su enorme valor arquitectónico, si no por alguna de las joyas que su interior conservan, como alguna preciosa talla o sus frescos excepcionales.
No pretende ser esta una lista de las 15 obras más importantes del arte románico, y quien más quien menos, echara en falta obras tan célebres como el Pórtico de la Gloria de Santiago de Compostela o alguna representación del románico palentino, zamorano o segoviano, por ejemplo.
En fin, sin mayor dilación os dejo con nuestra lista de 15 joyas del arte Románico.
15 JOYAS DEL ARTE ROMÁNICO
1. IGLESIA ABACIAL DE SAINTE-FOY, CONQUES
El Camino de Santiago Francés tiene en la población de Conques una de sus paradas más especiales. Aquí se encuentra la iglesia abacial de Sainte-Foy, una de las más rotundas joyas del románico en Francia. La iglesia románica de Sainte-Foy se empezó a construir a mediados de siglo XI, aunque no se terminó hasta el XII.
De tan extraordinario monumento debe destacarse el tímpano de su portalada, uno de los más bellos del arte románico. Hasta 124 personajes están esculpidos en esta representación del Juicio Final, que se considera una de las obras cumbre de la escultura románica.
2. CATEDRAL DE SAN TRÓFIMO, ARLÉS
La Catedral de San Trófimo de Arlés es otra de las joyas del románico francés. Esta iglesia románica del siglo XII, que forma parte del Patrimonio de la Humanidad, es célebre por dos motivos: por el extraordinario tímpano de su portalada principal, donde destaca la fuerza escultórica de la representación del Juicio Final, y por el bellísimo claustro, que cuenta con dos de sus galerías en estilo románico y con preciosos capiteles esculpidos.
Como curiosidad, decir que la iglesia dejó de tener rango de catedral cuando el 1801 el obispado fue trasladado a Aix-en-Provence, de manera que en la actualidad este templo tiene rango de Basílica menor. Podéis leer más sobre la Catedral de San Trófimo de Arlés en este enlace.
3. CATEDRAL DE LISBOA
Aunque al igual que otras catedrales, la Se de Lisboa es fruto de la mezcla arquitectónica, es este uno de los ejemplos más notables del románico portugués. Se trata de una catedral construida a partir de mediados del siglo XII, por lo que está diseñada ya con un estilo más evolucionado que permitía la realización de edificios imponentes.
Una de las características que llama la atención en la Catedral de Lisboa es el innegable aspecto de fortaleza, con almenas incluidas en ambos campanarios, dispuestos a modo de torreón. Es esta una característica que se repite en otros edificios del románico portugués, como en la Catedral de Coimbra.
4. CATEDRAL DE MÓDENA
Italia es otro de los países que mayor patrimonio románico atesora. La Catedral de Modena, iniciada a finales del siglo XI sobre el sepulcro de San Geminiano, patrón de la ciudad, es uno de los ejemplos más notables entre las iglesia románicas italianas y forma parte del Patrimonio de la Humanidad.
Ya solo la contemplación de su fachada occidental nos asegura que la catedral de Modena no es precisamente un templo menor. Dos bellos leones de época anterior hacen de base de las columnas que sustentan el pórtico de entrada. Por encima del pórtico, encontramos una curiosa galería, que se continúa en las fachadas laterales. Y por encima de esta, un hermoso rosetón. Sus tres naves interiores y la totalidad de su planta, con sus ábsides, capillas laterales y un precioso campanario la sitúan como un templo excepcional.
5. CAMPANARIO O TORRE DE PISA
Pocas obras del románico tienen la popularidad del campanario de la Catedral de Pisa. Aunque la catedral es también un bellísimo ejemplo del románico, por una vez es el campanario quien se lleva la fama. Y no solo por su hermosura, que no es poca, si no por su famosa inclinación. La Torre de Pisa es un templo ya más tardío, pues fue iniciada en 1173 y sus ocho niveles la elevan hasta los 55 metros de altura.
La base del campanario está decorada con arquerías ciegas. Sin embargo, a partir del segundo nivel ya encontramos los preciosos arcos de medio punto abiertos al exterior, a modo de galerías circulares. Tras algunos años donde estuvo prohibido subir al octavo nivel, actualmente es posible subir hasta la cima, donde se encuentra el campanario y desde el que se disfruta de una maravillosa perspectiva de los demás edificios que forman la Plaza de los Milagros de Pisa.
6. CATEDRAL DE SAN PEDRO DE TRÉVERIS
Aunque Trier o Tréveris es conocida por su Porta Nigra, uno de los monumentos romanos más excelentes que se conservan al norte de los Alpes, no hay que olvidar que la Catedral de San Pedro es una de la más grandes construcciones románicas que jamás se hayan construido.
Es la iglesia más antigua de Alemania, pues sus cimientos se deben a un antiguo templo del siglo IV, pero su estructura románica corresponde a finales del siglo XII. Llama especialmente la atención su fachada occidental, dividida en cinco secciones, con dos puertas pequeñas en los laterales y con un saliente, que más bien parece un ábside, en la sección central. La Catedral de San Pedro de Tréveris forma parte de la lista del Patrimonio de la Humanidad.
7. IGLESIA DE SANT JOAN DE CASELLES, ANDORRA
Son varias las pequeñas iglesias románicas que se encuentras dispersas en los distintos valles de este pequeño país y que forman la llamada Ruta del Románico de Andorra. Estas pequeñas iglesias románicas, al igual que las que encontramos en el catalán Valle de Boí, fueron diseñadas por constructores lombardos, de manera que sus características son bastante comunes en estos dos territorios pirenaicos.
Son todas ellas pequeñas iglesias construidas en piedra, con más o menos esbeltos campanarios, de factura simple pero preciosa y decorados habitualmente con ventanas geminadas. La Iglesia de Sant Joan de Caselles, como la cercana de Santa Coloma, tiene su puerta resguardada bajo un porche suspendido gracias a columnas de madera.
Algunas de estas iglesias románicas andorranas tienen su interior decorado con pinturas al fresco, al igual que las que encontramos en el Pirineo Catalán, pero también en la Colegiata de San Isidoro de León.
8. IGLESIA DE SANT VICENÇ DE CARDONA
La iglesia de Sant Vicenç de Cardona, situada en el mismo promontorio que el Castillo de Cardona, y en realidad, formando parte de él, es una de las más extraordinarias del periodo conocido como Primer Románico, que se circunscribe al siglo XI y que tiene un fuerte arraigo en el noreste peninsular, y en particular, a la zona de influencia de los condados catalanes.
Se trata de un edificio de 1019, de planta basilical de tres naves. Los 51 metros de largo, 23 de ancho y casi 19 de alto, la sitúan como una de las más grandes de Europa de este periodo. Los Señores de la Sal, dueños de las Minas de Sal de Cardona y del Castillo, fueron los mecenas y encargados de construir el templo, siendo esta una forma evidente de hacer ostentoso su poder.
Es especialmente interesante la cripta que se encuentra por debajo del nivel de la iglesia, con su pequeño bosque de columnas y arcos de medio punto.
9. MONASTERIO DE SANT BENET DE BAGES
Son varios los monasterios y abadías que pueblan la Catalunya Central. Y pese a la evidente evolución arquitectónica sufrida por la mayoría de ellos, bastantes de estos monasterios iniciaron su construcción en pleno auge del románico. Es este el caso de Sant Benet de Bages. Buena parte de estos monasterios, abadías y prioratos tenían en el mecenazgo de la nobleza su razón fundacional. El Monasterio de Sant Benet de Bages, es este sentido, fue fundado por los esposos Sala y Ricardis, relacionados con el vizcondado del Conflent y Osona, respectivamente. El año 972 fue consagrado.
La maciza iglesia del monasterio es de una única nave y tiene unas medidas de 20 metros de largo por casi 8 de ancho (nada despreciables para la época) y consta de un enorme ábside. Sin embargo, probablemente es el claustro la parte más interesante del monasterio de Sant Benet de Bages, pues conserva sus cuatro galerías originales que datan de los siglos XII y XIII. Al igual que la iglesia, el claustro de Sant Benet de Bages está cubierto mediante vueltas de medio punto. Los pares de columnas que sustentan los arcos de medio punto de las galerías están decorados por preciosos capiteles, formando una serie de 24, ornamentados con motivos figurativos y florales y que se encuentran entre los más bellos del románico catalán.
10. PUENTE DE BESALÚ
Aunque ya hemos comentado que el románico es considerado un arte eminentemente eclesiástico, no son excepcionales las muestras de románico civil. Entre los varios puentes románicos que se pueden encontrar en el suroeste de Europa, uno de los más bonitos es el Puente de Besalú. Verdadero símbolo de esta medieval población gerundense, se trata de un puente angulado que salva el río Fluvià y que consta de un total de ocho arcos y 105 metros de longitud.
Las primeras noticias que se tienen de esta proeza de la ingeniería de la época se remontan al año 1075, aunque la construcción sufrió varias remodelaciones y reconstrucciones motivadas por los daños ocasionadas en varias riadas.
En mitad del puente, a nivel del quinto pilar, encontramos una bella torre fortificada de planta hexagonal. Era esta la localización donde se debía abonar el peaje de las mercancías, a su paso por la ciudad. En la agradable población de Besalú podemos encontrar otros ejemplos del románico, como el Monasterio de Sant Pere o la Iglesia románica de Sant Julià, que en su época fue la iglesia del hospital de la población.
11. IGLESIA DE SANT CLIMENT DE TAÜLL
El Valle de Boí es uno de los más interesantes valles pirenaicos y prepirenaicos en cuanto a arte románico. Tanto es así, que un buen puñado de iglesias repartidas por los distintos pueblos del valle han sido incluidas, de forma conjunta, en la lista del Patrimonio de la Humanidad.
Quizá sea la iglesia de Sant Climent de Taüll, la más bella de todas. De planta basilical con tres naves, con una cabecera cerrada por un ábside y dos absidiolos a ambos lados, y sobretodo, con su esbelto y bello campanario, nadie duda de que la estampa de Sant Climent de Taüll es una de las más bellas entre las iglesias románicas de Catalunya.
El templo se consagró en 1123 y es producto del diseño de los arquitectos lombardos que se desplazaron en aquel tiempo, hasta esta zona de la península ibérica, con el fin de poblarla de pequeñas iglesias.
El campanario de Sant Climent de Taüll, de base cuadrada, de seis pisos, con arcuaciones ciegas y con ventanas bi y trigeminadas es el más bonito de los campanarios del valle de Boí. El ábside y los absidiolos disponen también de la característica decoración lombarda, con frisos en diente de sierra en su parte más superior, seguidos de arcuaciones ciegas y medias columnas.
Las pinturas al fresco de su interior, y en particular el bellísimo Pantocrátor (el original se conserva en el Museo Nacional de Arte de Catalunya) suponen uno de los momentos cumbre de la pintura románica. Desde hace poco se ha sustituido la copia de dicho pantocrátor por un sistema audiovisual.
12. COLEGIATA DE SANTILLANA DEL MAR
La Colegiata de Santa Juliana, de Santillana del Mar, es otro de los bellísimos ejemplos del románico que pueblan las distintas poblaciones de la península ibérica. La colegiata data del siglo XII i habría sido construida como sustitución de un primer templo que honraba los restos de Juliana de Nicomedia, martirizada en Asia Menor en tiempos de Diocleciano.
Es este un templo realmente impactante. La iglesia responde a un esquema clásico de tres naves y cuatro tramos, con transepto y tres ábsides. Además, dispone de cimborrio sobre el crucero. Sin embargo, probablemente sea el claustro la parte más extraordinaria de este templo, hecho que lo sitúa como el más importante del románico de Cantabria. Tres de las 4 galerías del claustro, corresponden a los siglos XII y XIII, momentos de máximo esplendor del románico. Los arcos de medio punto del claustro se sustentan gracias a pares de columnas (algunas veces, agrupadas por cuartetos) que terminan en preciosos capiteles ornamentados con motivos figurativos o vegetales.
13. COLEGIATA DE SAN ISIDORO Y PANTEÓN REAL DE LEON
La Colegiata de San Isidoro de León es uno de los monumentos más maravillosos que hay en toda la Península Ibérica. San Isidoro, que ni tan solo forma parte del Patrimonio de la Humanidad, nunca ha llegado a ostentar la fama que merecería.
Su construcción data de los siglos XI y XII y se habría construido en el lugar de un antiguo templo romano. Representa la primera gran iglesia románica construida en el reino de León. Su fachada es notable (a destacar el tímpano del cordero en la puerta homónima, esculpido en mármol en el siglo XI), pero su interior, con una preciosa planta en forma de cruz latina, tres naves y gran altura, es ya soberbia.
Sin embargo, lo que convierte a la colegiata (y también basílica) en una obra maestra del románico es el Panteón Real que se encuentra a los pies de la iglesia. Aquí se encuentran enterrados, entre otros, los reyes Fernando I y Sancha. Las columnas, dotadas de capiteles de excepcional belleza (algunos historiados y otros, con temas vegetales), separan el espacio en seis tramos. Pero más extraordinario es, incluso, las pinturas al fresco que por completo recubren las bóvedas del espacio y que suponen uno de los momentos de mayor lucidez de la historia del arte de todos los tiempos.
14. MONASTERIO DE SANTO DOMINGO DE SILOS
Situado en la provincia de Burgos, el Monasterio de Santo domingo de Silos, y en particular su precioso claustro, suponen otro momento culminante del románico. Aunque el primitivo monasterio se remonta al siglo VII, el edificio románico que se conserva en la actualidad data de la segunda mitad del siglo XI. Recibe el nombre del abad Domingo, prior del monasterio de San Millán de la Cogolla, que en el siglo XI pertenecía al Reino de Navarra.
Domingo se refugió en el reino leonés tras sus enfrentamientos con García Sánchez III, Rey de Navarra. En Silos se encargó de dar un nuevo impulso al antiguo monasterio benedictino consagrado a San Sebastián, al que a la postre, le dio su nombre.
Aunque la iglesia románica de tres naves y con cinco ábsides tiene su importancia, probablemente sea el claustro, de finales del siglo XI, la parte más destacada del monasterio. Se trata de un cuadrilátero de 30 por 33 metros y de doble planta. Sobre las bellas columnas de doble fuste descansan algunos de los más bellos capiteles del arte románico que, a su vez, dan sustento a los 60 arcos de medio punto del claustro.
Tan destacables como los 64 bellos capiteles son los relieves de las 4 pilastras que decoran los ángulos de la galería inferior del claustro. En este claustro, encontramos el curioso recurso de las columnas torsas, bien poco habituales en el arte románico, y que son casi tan famosas como el centenario ciprés del claustro. Estas columnas torsas son en realidad una única columna de carácter monolítico, pero su originalidad es máxima.
15. IGLESIA DE SANT CRISTÒFOL DE BEGET Y CRISTO EN MAJESTAD
La iglesia románica de Sant Cristòfol de Beget es, probablemente, una iglesia menor en relación a las que hemos presentado anteriormente. Es, sin embargo, uno de los más bellos ejemplos del románico rural que pueblan los valles catalanes.
Se trata de una pequeña iglesia, de una única nave y con un solo ábside. El campanario, otro ejemplo de lo que fueron capaces de diseñar y construir los maestros lombardos llegados a los condados catalanes durante el siglo XII, tiene cuatro pisos. Allí podemos observar algunos de los detalles más comunes del románico lombardo: dientes de sierra, arcuaciones ciegas.
Sin embargo, si por algo he querido incluir a la iglesia de San Cristòfol de Beget en tan selecta lista es porque contiene uno de los mejores ejemplos de Cristo en Majestad románico que se conservan en Catalunya. También conocidos como Maiestas Dominis, el de Beget, data del siglo XII y tiene una altura de poco más de dos metros, por casi dos de ancho. Esta talla, en madera de nogal, representa a Cristo en la Cruz, pero vestido con larga túnica (que le llega a los pies) y largas mangas (hasta las muñecas). Otro famoso Cristo en Majestad es el conocido como Majestad Batlló, procedente de la comarca de la Garrotxa y ubicado actualmente en el Museo Nacional de Catalunya.
Y con esta iglesia termino nuestra particular relación de 15 joyas del arte románico. Os emplazo ahora a descubrir cuáles han sido las elegidas por Florencio y Dani en sus respectivos blogs.