GRAN MURALLA CHINA. Visita en Badaling, de la obra civil más grande de la historia.

¿Cuánto mide la Gran Muralla China? ¿Es verdad que es posible ver la Gran Muralla China desde el espacio? ¿Quién construyó la Gran Muralla? Pocas obras de ingeniería civil han tenido la importancia tanto a nivel de construcción como estratégica, que la Gran Muralla ha tenido en la Historia.

Una muralla que se fue construyendo paulatinamente durante más de veinte siglos, para proteger el imperio chino de sus posibles invasores. En particular, para defender China de sus vecinos del norte: los manchúes y los mongoles.

¿CUANTO MIDE LA GRAN MURALLA? LONGITUD DE LA GRAN MURALLA CHINA.

En realidad, la Gran Muralla China no es una sola muralla si no un conjunto de murallas y fortificaciones, que en muchos momentos pierde su solución de continuidad para seguir kilómetros más allá, por lo que para saber cuánto mide la Muralla China en total, habría que unir todos los tramos.

Pues bien, aunque no es fácil saber con exactitud cuánto mide la Muralla China, si contamos las diversas ramificaciones de tan magna obra, se puede considerar que la longitud de la Gran Muralla China es de más de 21 mil kilómetros. La muralla, defendía al Imperio, desde la zona más oriental, ya en la frontera con Corea, hasta la parte más occidental, que llega hasta el desierto de Gobi, en la actual Mongolia.

Aunque la longitud de la Gran Muralla China es tremenda, su anchura es poca (entre 5 y 6 metros en su base), por lo que no es posible ver la Gran Muralla China desde el espacio. Esto es una leyenda urbana que data de 1938, cuando se publicó un libro, Second Book of Marvels, de Richard Halliburton, donde se afirmaba que era posible ver la Gran Muralla China desde el espacio. Incluso el propio Neil Armstrong, el primer hombre que puso los pies en la luna afirmó que no había conocido ningún astronauta que le hubiera dicho que había visto la Gran Muralla China desde el espacio. Él lo veía imposible. Y así es.

BREVE HISTORIA DE LA GRAN MURALLA CHINA

La construcción de la gran Muralla se remonta al siglo V aC, es decir, bastante antes de que el emperador Qin Shi Huang se erigiera como primer emperador de China unida. Es una época donde los diversos territorios feudales de más o menos tamaño tenían sus propios monarcas o príncipes, que eran los que mandaban en su territorio. Es esta una época conocida como la de los Reinados Combatientes. Para defenderse de sus vecinos, varios de estos territorios empiezan a construir lo que acabaría por ser el germen de la Gran Muralla. Los primeros en construir esta primera muralla fueron los príncipes Qin, pero pocos años después, en el siglo IV, los reinados Wei, Yan y Zhao construyen también sus propias defensas.

El año 221 aC es el considerado como el del nacimiento de China como Imperio. Es el momento en que Qin Shi Huang une todos los pequeños estados en uno solo, iniciando así la dinastía Qin. El primer emperador decide destruir gran parte de las murallas anteriores, pues con la creación de un único estado ya no tenían ningún sentido (aunque de algunas pequeñas partes aún quedan los restos). Asimismo, inicia la construcción de un conjunto de murallas que tienen por finalidad la defensa del recién creado imperio, de las tribus que se encuentran al norte del nuevo estado. Fue un periodo de gran construcción aunque la longitud de la Gran Muralla China, en este primer momento no se sabe con exactitud.

Esta primera Gran Muralla se construyó durante un periodo realmente corto de tiempo, pues con la muerte del primer emperador Qin Shi Huang, la dinastía se extingue y los Han, que suben al poder, no seguirán con la construcción de la muralla, si no que basarán su proyecto de mantenimiento de las fronteras en un programa de alianzas con sus vecinos. Este periodo durará unos 100 años, pero la construcción de la muralla seguirá a partir del 130aC, cuando las relaciones con los estados vecinos, y en concreto con los príncipes Xiongnu se rompen.

En cierto modo la construcción de la Gran Muralla queda nuevamente parada con el final de la dinastía Han, el 220 dC. Durante casi 1100 años no se construyen nuevos tramos de muralla, excepto pequeños tramos que son construidos por las dinastías Qi del Norte, Wei del Norte y Sui.

No es pues hasta la llegada al poder de la dinastía Ming que se emprende un nuevo periodo constructivo. En este período es cuando la piedra y los ladrillos dejan atrás la tierra, que había sido el material utilizado durante las primeras construcciones. Son los tramos más bonitos de la Gran Muralla China, y de hecho, los de más fácil acceso desde la capital de China, Beijing. En este periodo, la construcción de la muralla se debe al intento de los Ming de defenderse de mongoles y manchúes. Finalmente, en 1644 los manchúes atravesaron la Gran Muralla, llegaron a Beijing y establecieron la dinastía Qing. Esta fue la última de las dinastías reinantes en el Imperio Chino, que llega hasta el último emperador, Pu Yi, conocido también como Emperador Xuantong, protagonista de la célebre película de Bernardo Bertolucci, que debe abandonar el poder en 1912, después de sólo 4 años en como Emperador de la China.

CÓMO VISITAR LA GRAN MURALLA.

No todos los 21 mil kilómetros de la muralla China están en buen estado de conservación y abiertos al turismo. Pero lo cierto es que sabedores de que la Gran Muralla es uno de los reclamos turísticos más grandes del país, cada vez son más, los tramos restaurados y abiertos al turismo.

De los diversos tramos, los de más fácil acceso desde Beijing son los de Badaling, Simatai y Mutianyu. Las dos veces que hemos visitado la Gran Muralla, en 1999 y 2011 lo hemos hecho en Badaling, que es el primer tramo que se abrió al turismo, el que se encuentra más cerca de Beijing y el de más fácil y común acceso.

Para ir de Beijing a Badaling se pueden utilizar los servicios de uno de los muchos tours organizados que salen de la capital china (muchos de ellos, visitan la gran muralla junto con las tumbas Ming, Patrimonio de la Humanidad). La mayoría de albergues y hoteles organizan la excursión.

También se puede llegar a Badaling en transporte público. Hay que coger el bus 919 desde la parada de buses de Deshengmen que se encuentra a menos de un kilómetro de la estación de metro Jishuitan (línea 2). Hay quien ha ido a la Badaling en tren y afirma que es igualmente cómodo.

Nosotros sin embargo, fuimos en bus en 1999 y en cambio en 2011, alquilamos un taxi para 2 días, para visitar Datong, que se encuentra a unas cinco horas de Beijing y de paso, hacer la visita a la Gran Muralla en Badaling, que se encuentra de camino. Queríamos visitar las Cuevas Yungang que hay cerca de Datong e íbamos justos de tiempo, por lo que no podíamos ir (a Datong) en autobús o tren por falta de tiempo. Como éramos 3 personas a repartir el coste del taxi, nos compensaba ir así.

LA VISITA A LA GRAN MURALLA EN BADALING

Es el tramo más cercano de Gran Muralla China a Beijing (80 km), el más restaurado y el de más fácil acceso, por lo tanto, el más visitado. Es por ello que en verano y los fines de semana, las colas en la Gran Muralla son extraordinarias. En 1999 nos encontramos muchísima gente, aunque era invierno. Fuimos por la mañana. En cambio, para sorpresa nuestra, en 2011, por la tarde, casi no encontramos a nadie. Fue una auténtica sorpresa, pues recordábamos la enorme dificultad que habíamos tenido en 1999 para abrirnos paso entre la multitud, y las decenas de chinos que habían querido fotografiarse con nosotros.
Al llegar al parking de Badaling, tomamos el teleférico que en pocos minutos te deja en lo alto de una de las torres vigía. Entonces puedes ir al este o al oeste. Según dicen, la mayoría de gente va hacia la derecha, que es donde se acumulan los turistas. En cambio si vas dirección izquierda, casi no encuentras a nadie. Lo cierto es que cuando fuimos en 2011, por la tarde, no encontramos ni treinta turistas durante la hora y media que estuvimos en la Gran Muralla.

Nosotros fuimos hacia la izquierda, por lo que fuimos bajando hasta que el mismo caminar nos dejó muy cerca del mismo parking. Entre medio, hicimos un montón de paradas para sacar las típicas fotos con la muralla serpenteando mientras sigue la cresta de la montaña, y a las diversas torres vigías que se conservan.

Hay tramos de bajada y tramos de subida, aunque desde la estación alta del teleférico, el sentido general es de bajada. En 1999 no habíamos tomado el teleférico y recordamos, además de haber disfrutado del calor de miles de chinos, haber sufrido algunos tramos de fortísima pendiente ascendente, con escalones de casi medio metro de altura que dificultaban el ascenso.

Por desgracia, no nos hizo un día demasiado soleado, por lo que las fotos no son tan espectaculares como otras que se pueden encontrar en la red. Pero por el contrario, pudimos disfrutar de unos cuantos kilómetros de la Muralla China casi por nosotros solitos. Por cierto, no olvidéis que no es posible ver la Gran Muralla China desde el espacio, esto es sólo un mito.