Desde mediados de la década de los 80 del siglo XX, una serie de proyectos urbanísticos y deportivos (como el Gran Premio de Fórmula 1 de la Comunidad Valenciana o la Copa América de Vela) han situado Valencia como una de las ciudades más interesantes de España. Aunque demasiado a menudo la megalomanía fue excesiva, al menos una serie de equipamientos han quedado como legado de aquella época de excesos, como los Jardines del Turia, inaugurados en 1986, el Instituto Valenciano de Arte Moderno o la Ciudad de las Artes y las Ciencias, sin duda, la obra cumbre de todo aquel proyecto urbanístico y que fue obra, entre otros, del genio de Santiago Calatrava, el arquitecto e ingeniero de Beninámet, que al menos en el momento de la construcción (no en vano, actualmente su obra está bastante discutida) fue profeta en su tierra.
El Complejo de la Ciudad de las Artes y las Ciencias fue inaugurado en 1998 después de muchos años de diseños y construcción y está compuesto de varias obras: el Hemisfèric, el Museo de las Ciencias Príncipe Felipe, el Umbracle, el Oceanogràfic , el Palacio de las Artes Reina Sofía, el Puente del Assut y el Ágora. A continuación describo los 4 edificios más emblemáticos y que más nos gustaron en una visita que tuvimos la oportunidad de realizar a la capital del Turia, hace ya unos años.
Oceanográfico
El arquitecto Félix Candela y los ingenieros Alberto Domingo y Carlos Lázaro fueron los artífices de este precioso oceanográfico que quiere representar los diversos hábitats marinos. Se inauguró en 2002, y probablemente compita con el de Lisboa, que fue inaugurado con motivo de la Exposición Universal de 1998 (y que tuvimos la oportunidad de conocer al visitar Lisboa) por ser el mejor del sur de Europa. Con todo, el de Valencia quintuplica el lisboeta tanto en metros cuadrados de superficie como en litros de agua. En el oceanográfico de Valencia encontramos todo tipo de animales marinos, incluidos pingüinos, morsas o delfines.
Hemisfèric
Probablemente sea el edificio más emblemático de todo el complejo y de hecho, es una de las obras culminados de su creador, Santiago Calatrava. Se inauguró en 1998 y fue el primero de los edificios de la Ciudad de las Artes y de las Ciencias que se abrió al público. El diseño del edificio es tal que una bola en su interior se tapa parcialmente al caer su cubierta, por lo que da la impresión de tratarse de un ojo tapándose con su párpado superior.
El interior presenta una gran sala cóncava donde se ofrecen películas relacionadas con la ciencia y la tecnología.
Museo de las Ciencias Príncipe Felipe
Valencia se ha situado dentro del circuito de ciudades que tienen un gran museo dedicado a la ciencia y la tecnología gracias al Príncipe Felipe. Se inauguró en 2000 y el concepto es similar al de otros museos de la ciencia, como el de Barcelona, donde la interacción entre el visitante y el museo se presenta como la forma más eficaz de entender los diversos experimentos científicos. Su lema, en esta dirección, deja clara su voluntad: «prohibido no tocar».
Palacio de las Artes Reina Sofía.
Es el gran teatro de la Ópera de Valencia, y junto con el Hemisfèric, la otra obra emblemática en la Ciudad de las Artes y las Ciencias. Este extraordinario edificio, que en cierto modo nos recordó el de Tenerife, es obra (como aquel) de Santiago Calatrava. Fue inaugurado en 2005, pero hasta octubre de 2006 no se representó su primera ópera. La obra escogida fue Fidelio de Beethoven. Desde entonces, los más grandes intérpretes del bel canto han pasado por el Palau de las Artes gracias a que fue dotado de un enorme presupuesto, que desgraciadamente se ha tenido que ir reduciendo en los últimos años, dada la enorme crisis económica de España, pero especialmente, de la Comunidad Valenciana. No sólo ópera se ha representado en este espacio, sino también conciertos de música clásica gracias al precioso auditorio que tiene una capacidad para 1.500 personas. En 2014, a partir de octubre se representará el musical los Miserables, motivo suficiente para volver a Valencia.
Por desgracia, sin embargo, el Palacio de las Artes se ha visto rodeado continuas polémicas casi desde su nacimiento. Si al principio fueron los desfases presupuestarios los que pusieron el grito de alerta, a partir de 2013, fue el mantenimiento: el “trencadís” con el que se cubrió la cubierta se desprendió en parte, dada la poca adherencia que tenía. Esto supuso un gran peligro, por lo que se tuvo que retirar todo este “trencadís”.
CÓMO LLEGAR Y DONDE ALOJARSE EN VALENCIA.
Desde Barcelona es bien fácil llegar a Valencia. Los poco más de 350 kilómetros de distancia se salvan en poco más de 3 horas de trayecto de coche, casi todos por vías rápidas. Otra posibilidad es ir en tren. También se tardan 3 horas. La situación es similar desde Madrid: tres horas de autopista o poco más de 2 horas de AVE (esta vez sí es en tren de alta velocidad).
Las zonas que personalmente más me gustan para alojarme en Valencia son las más céntricas, es decir, las cercanas a la Plaza del ayuntamiento. Desde esta zona, las zonas emblemáticas de Valencia, como la Lonja de la Seda (que forma parte del Patrimonio de la Humanidad), la Catedral o el Mercado Central quedan a poco rato de paseo.