La visita al Templo Jainista de Ranakpur es una de las citas más esperadas de nuestro viaje a la India. Tanto en Ranakpur, como en Monte Abu, ambos en el estado de Rajastán, se encuentran algunos de los más famosos templos que el jainismo ha construido y que al mismo tiempo, son algunos de los templos más extraordinarios que podemos encontrar en el mundo entero. Es por ello, que la visita a Ranakpur o al Monte Abu es una de las visitas que hay que hacer en la India
El Jainismo es una religión de la India que fue creada en el siglo VI aC por Majavirá. Aunque hay quien la confunde con una rama del hinduismo, en realidad el jainismo no reconoce ninguna autoridad a los sacerdotes hinduistas ni a sus textos sagrados. Con todo, parece que varias de las tradiciones y prácticas de las dos religiones podrían tener un origen común en la cultura del río Indo
Durante el viaje a la India hemos podido conocer varios templos jainistas, casi todos en el estado de Rajastán, y el común denominador de todos ellos es que independientemente del tamaño que tengan, la finísima decoración escultórica los hace acercarse a la filigrana pura, con unos detalles, sobre todo en los techos y columnas de los templos, que son difíciles de encontrar en ningún otro templo. Hay quien dice, que los artesanos de estos templos cobraban según el polvo de mármol que eran capaces de extraer de las columnas. Y es este, uno de los motivos del extraordinario trabajo realizado. El trabajo realizado en el Templo Jainista de Ranakpur es tan impresionante, que el monumento fue incluido incluso, en la lista de los 77 semifinalistas de la votación de las nuevas 7 maravillas del mundo, que se eligieron finalmente en 2011
Los dioses jainistas son 24 y son llamados tirthankares. Y es precisamente a uno de ellos (Rishabha, más conocido como Adinath) a quien está dedicado el templo de Ranakpur, que no sólo es el más bonito, sino también el mayor de los templos jainistas de la India
VISITA AL TEMPLO JAINISTA DE RANAKPUR
El templo fue construido en el siglo XV (en 1437, tal y como queda documentado en una placa de cobre), en una época en que en Europa dominaba el oscurantismo del gótico. Este hecho hace aún más sorprendente la enorme belleza de la decoración del templo Jainista de Ranakpur
El templo, que se divide en 29 salas, tiene una superficie de 60 por 62 metros, aunque su planta tiene forma de cruz (no es rectangular) y está sostenido gracias a 1.444 columnas de mármol, todas ellas, refinadamente esculpidas y que terminan coronadas con preciosos capiteles esculpidos también con extrema maestría. Todo esto nos muestra la enorme habilidad de los artesanos de Rajastán en aquella época (y que también hemos podido comprobar en las havelis de Jaisalmer). Cada uno de los pilares es diferente de todos los demás. No hay dos iguales. Pero no sólo hay que destacar las columnas, sino también las preciosas figuras, esculpidas siempre en mármol, como por ejemplo, las típicas diosas danzantes que también encontramos en los templos budistas o las serpientes y elefantes, que se reparten por toda la extensión del templo, así como en las fachadas
La entrada al templo se puede realizar por cada uno de los cuatro puntos cardinales y conduce a través de las múltiples columnas a la cámara central donde se encuentra la divinidad a la que está dedicado el templo: Adinath
Todo ello, está coronado por una hermosa cúpula, que parece también una auténtica obra de encaje, más que una obra arquitectónica. En pocos lugares del mundo, la simbiosis entre la arquitectura y la escultura es tan extraordinaria como en el Templo Jainista de Ranakpur.
Una de las curiosidades del templo de Ranakpur, y de hecho, de todos los templos jainistas, es que todo el tiempo hay algún monje o cuidador barriendo el suelo, y además, hay que entrar descalzo. Esto es debido al extremo respecto que el jainismo profesa para cualquier ser vivo, que hace que se intente por todos los medios posibles, que nadie pueda herir ninguno de ellos, aunque sea, pisando cualquier insecto sin querer. Otra curiosidad son los carteles que vemos en los diversos templos jainistas, y que nos indican que la entrada al templo está vetada a las mujeres durante la menstruación
La verdad es que nos vamos del Templo de Ranakpur sabedores de que hemos visitado una de las más grande maravillas de la India. Probablemente, junto al Taj Mahal, los Templos del kamasutra de Khajuraho y la ciudad entera de Jaisalmer, el Templo Jainista de Ranakpur será uno de los mejores recuerdos del viaje a la India