La pequeña ciudad de Kruja es una de las poblaciones más encantadoras de Albania y una de las excursiones más fáciles de hacer desde la capital del país, Tirana. Kruja se encuentra a poco más de 30 kilómetros de Tirana, en lo alto de una colina situada a unos 600 metros de altura.
KRUJA, CUNA DEL ESTADO ALBANÉS.
Kruja supone un punto importante en la creación del estado albanés, pues ya desde la antigüedad estaba habitada por la tribu Ilíria los Albani y a partir del 1190 se convirtió en la capital del primer estado albanés, lo que se llamaba el Principado de Arber, que dio paso, con el tiempo en el Estado de Albania.
Como gran parte de los Balcanes, Kruja fue ocupada y conquistada por el ejército otomano, pero en 1443 fue reconquistada por uno de los héroes más queridos por los albaneses, Skanderbeg que había nacido en la propia población con el nombre de George Kastrioti y que dirigió la defensa de la ciudad durante tres sitios otomanos, hasta que murió en 1468.
De hecho, Skanderbeg había sido capturado por los otomanos cuando todavía era muy joven, pues su padre era un opositor al régimen turco. Inicialmente se formó en la escuela militar otomana y dirigió y ganó varias batallas para el ejército otomano, hasta el punto de ganarse el título de Lord Alexandre, que es lo que quiere decir Skanderbeg. Sin embargo, en 1433 desertó y volvió a su población natal, para recuperarla del poder otomano.
A la muerte del mito albanés, Kruja no resistió un cuarto sitio y cayó nuevamente a manos otomanas. Era en 1478 y el dominio turco duró hasta principios del siglo XX, cuando tras unas revueltas locales se declaró la independencia de Albania, en 1912.
Fruto de esta convulsa historia encontramos las dos señas de identidad de esta población: el bazar y el Castillo de Skanderbeg.
El Castillo de Kruja es uno de los puntos de mayor interés histórico para albaneses y está situado en lo alto de la población. Aunque el castillo está muy restaurado (incluso se podría hablar de una reconstrucción casi total), nos muestra muchos documentos y objetos que explican la importancia histórica de la fortaleza, y de hecho, de la propia Albania. Todo ello ha llevado a que el castillo sea lugar de verdadero peregrinaje y veneración por albaneses.
QUÉ VER EN KRUJA EN 1 DÍA.
El otro punto destacable es el bazar, muy probablemente reminiscencia de la época de dominación turca, aunque fue restaurado en los años 60 del siglo pasado. En efecto, el bazar de Kruja recuerda los que se pueden ver en otras zonas de los Balcanes que estuvieron sometidas al Imperio Otomano, como los de Mostar, en Bosnia o Skopje, en Macedonia.
La diferencia es que la mayoría de tiendas venden artesanía que tiene relación con el nacionalismo albanés, entre ellas, las vistosas telas y alfombras que a menudo se elaboran in situ en los telares tradicionales, las vestimentas tradicionales albanesas o los sombreros albaneses, que ya vimos en Kosovo. Es un bazar que se alarga por una estrecha calle adoquinada que llega hasta la fortaleza.
Hay otros lugares interesantes a Kruja, como por ejemplo, el Museo Etnográfico, que está situado en una antigua, preciosa y perfectamente conservada residencia otomana, y que nos permite ver cómo sería la vida de las elites otomanas durante ese periodo. De hecho, esta casa perteneció a los Toptani, una de las familias más importantes de la población. La residencia nos recordó algunas que hemos visto en Bulgaria (por ejemplo, en Veliko Tarnovo) o en Serbia, zonas que también estuvieron bajo dominio turco.
En la planta baja de la casa otomana vemos las dependencias para los animales. También hay un lugar para exprimir la uva y otro para fabricar herramientas. La zona noble de la casa está en el primer piso, donde aún hoy podemos ver algunos muebles de época. También podemos ver su propio hamman, o baño turco, como no podía faltar en una residencia otomana. En la casa, también podemos ver varios tipos de vestimentas de épocas pasadas.
El Tekke de los Dollma es otro de los edificios interesantes de Kruja y también está situado cerca del castillo. Se trata de una casa bektashi. Esta creencia, el bektashismo, es una secta sufí de origen turco, de la que ya hemos visitado alguna sede en Macedonia: el interesantísimo Arabati Baba Tekke, de Tetovo. La sede central del bektashisoe está sin embargo, en Albania, desde que tuvieron que marcharse de la nueva Turquía de Mustafa Kemal Ataturk, que había llegado al poder pasada la Primera Guerra Mundial. Los bektashi, a pesar de tener un origen islámico y creer en un solo Dios, son una secta mucho más tolerante y liberal y menos conservadora, de manera que en muchos países islámicos está considerada una secta blasfema. Los tekke son la casa de oración de los bektashi.
Esta tekke fue utilizada como almacén durante el período comunista, cuando los cultos religiosos estuvieron prohibidos en Albania. Ahora sin embargo, se puede visitar y el guardián te cuenta la historia de la tekke y de su mausoleo, en una mezcla de albanés e italiano que se hace difícil de entender. Lo más interesante, como decía, es el mausoleo, donde están enterrados algunos de los babas del bektashismo local.
CÓMO LLEGAR A KRUJA
Hay muchos minibuses que salen de la capital de Albania, Tirana, en dirección Kruja. Algunos llegan hasta Fushe-Kruja, unos 10 kilómetros antes de Kruja, y hay que cambiar de minibús. Otros, llegan hasta Kruja.
En total son poco más de 30 kilómetros, pero el bus tarda casi una hora en llegar a Kruja. Una vez en Kruja, sólo hay que preguntar por la calle del bazar y caminar en dirección al castillo. Todo queda muy cerca.