¿Qué ver en Helsinki en 1 o 2 días? La capital de Finlandia es considerada una de las mecas del diseño europeo desde hace algunas décadas. Además de ser la entrada habitual a un país que goza de una naturaleza extraordinaria (con rutas tan emblemáticas como la de los 1000 lagos) es una parada habitual para los cruceros que hacen rutas por el Báltico.
Nosotros estuvimos un día y medio, antes de hacer camino hacia Tallin, pues fue nuestra puerta de entrada para visitar los países bálticos. Un día entero lo dedicamos a visitar la capital y el otro mediodía, a disfrutar de la fortaleza de Suomenlinna, que se encuentra en un archipiélago muy próximo a la capital finlandesa y que supone la excursión más fácil de hacer en transporte público, desde Helsinki.
Estos son los lugares que hay que ver en Helsinki en una visita turística. Están distribuidas según un trayecto de poco más de 6 kilómetros de longitud, partiendo desde la Catedral Ortodoxa Upenski y que llevará más o menos tiempo según el que se dedique a cada visita.
QUÉ VER EN HELSINKI EN 1 DÍA
Catedral Ortodoxa Upenski
La catedral ortodoxa es un imponente edificio construido con ladrillo visto, que está dedicado a la Dormición de la Virgen María. Es una obra de mediados del siglo XIX y está construida siguiendo el diseño de Alexey Gornostaev, un arquitecto ruso que no pudo ver terminada su obra. Se trata de uno de los edificios más bellos que ver en Helsinki y no os la podéis perder.
A diferencia de otras catedrales ortodoxas rusas, esta vez el edificio no tiene las características cúpulas en forma de bulbo de cebolla, pero a pesar de ello, la presencia del edificio se hace notar, no sólo porque es un gran edificio (el más grande que tiene la iglesia ortodoxa en Europa occidental), si no porque queda situado en lo alto de una pequeña colina. Cuando entramos estaban oficiando una boda, por lo que tuvimos que ser respetuosos. Sin embargo, nadie nos puso ningún problema para asistir a la ceremonia.
Kauppatori y Vanha kauppahalli: el mercado del puerto.
Al Kauppatori, el mercado del puerto no sólo se va a comprar si no que también se va a comer. El pescado fresco que llega al puerto de Helsinki se compra en este lugar, pero además, encontramos fruta y productos artesanales y por ser un lugar turístico, también tiendas de recuerdos, como por ejemplo, vestidos, calcetines y gorros samis o pieles de zorro. Si os gusta el salmón y el arenque, aquí lo encontraréis en abundancia.
Desde esta localización parten los transbordadores que llevan a Suomenlinna, así como las embarcaciones que dan una vuelta por el frente marítimo de la ciudad.
Además de este mercado al aire libre, también encontramos el Vanha kauppahalli, que es el mercado cubierto, donde además de tiendas de comida encontramos algunas cafeterías donde degustar la gastronomía local.
En medio del mercado descubierto y cubierto encontramos una fuente muy querida por los fineses: la Havis Amanda, de 1908, que simboliza el renacimiento de Helsinki tras la ocupación rusa.
Antes de hacer camino hacia la Plaza del Mercado no está de más desviarse un poco para acercarse hasta la Esplanadi, uno de los sitios más concurridos de la ciudad. Es una zona animada que recuerda en cierto modo a la Rampla de Barcelona. Pero lo que más destaca es la zona verde, a modo de parque, donde los finlandeses aprovechan los meses de verano para tumbarse al sol, escuchando música o tomando una cerveza comprada en el supermercado, pues en las terrazas, la consumición de alcohol tiene unos precios prohibitivos.
Plaza del Senado y Catedral Luterana Tuomiokirkko
Construida en estilo neoclásico en el centro de la ciudad y de color blanco, la Catedral luterana de Tuomiokirkko es sin duda, el edificio más imponente que ver en Helsinki. Cuando fue construida, eran tiempos de ocupación rusa, por lo que la iglesia fue dedicada a Nicolás I, zar de Rusia. En ese momento se trataba de la iglesia de San Nicolás. Es una obra de Carl Engel, un arquitecto de origen alemán, pero que desarrolló gran parte de su carrera en Finlandia, y en concreto en Helsinki, donde además de la catedral luterena encontramos otras obras suyas, como el edificio principal de la Universidad.
El edificio destaca, en medio de la Plaza del Senado, por su enorme frontón sostenido por seis esbeltas columnas, al que se llega después de subir por una escénica escalinata y que hace de entrada principal. En realidad, se trata de un edificio de planta de cruz griega, con cuatro brazos iguales que sobresalen de su espacio central. Es decir, que hay una columnata y frontón, en sus cuatro puntos cardinales. Engel no vio terminada su obra más importante, pues murió 12 años antes de que pudiera ser terminada, en 1852.
En el resto de la explanada que supone la Plaza del Senado encontramos además, algunos de los edificios más importantes del país, como el Palacio del Consejo de Estado o el edificio principal de la Universidad de Helsinki, otra construcción, como hemos dicho de Engel.
Estación Rautatientori
Es la estación central de Helsinki y está situada en un emplazamiento bastante céntrico. Al pasar por delante os llamará la atención el edificio del 1911, obra de Eliel Saarinen, quizás el arquitecto finés que mejor desarrolló el art nouveau. Saarinen, también fue uno de los arquitectos del Museo Nacional de Finlandia, también en Helsinki, pero que está encuadrado dentro de lo que es conocido como Estilo romántico nacional. Esta estación sustituyó a la anterior, de 1860, cuando la primera quedó pequeña.
La estación, que utiliza el granito finlandés para su construcción, destaca por la torre del reloj y por las dos parejas de figuras a ambos lados de la puerta principal, que son obra de Emil Wikström.
Parlamento de Finlandia
A medio camino entre la estación central y la iglesia de piedra nos encontramos con el monumental edificio del Parlamento de Finlandia. Es conocido como Eduskuntatalo. Su construcción data del 1926 (y terminado en 1931) y su arquitecto es Johan Sigfrid Siren. El edificio, realizado en granito rojo, no deja indiferente, pero la verdad es que no desafinaría en cualquier capital soviética de la época.
14 columnas corintias destacan en su monumental fachada clásica. Aunque no visitamos el interior, hay que comentar que sí se pueden hacer visitas guiadas, de lunes a viernes, pero que hay que tener reserva previa.
Iglesia de piedra de Temppeliaukio
Es uno de los edificios más singulares de la ciudad y que nadie debería perderse al visitar Helsinki. Es un templo moderno, acabado en 1969 y obra de dos hermanos: Timo y Tuomo Suomalainen. La iglesia está excavada en la roca, pero gracias al diseño de su cúpula, la luz exterior llega al templo. La verdad es que desde fuera, el templo recuerda a alguna de las tumbas tracias como las que pudimos ver en Bulgaria.
Esta iglesia no sólo se utiliza para hacer oficios religiosos, sino que gracias a su acústica, es una extraordinaria sede de conciertos.
Monumento a Sibelius
Jean Sibelius es la figura más importante de la música clásica finlandesa. Aunque en nuestro país no es tan conocido como puedan ser los más famosos compositores alemanes (Brahms, Beethoven o Bach) o austriacos (Mozart o los Strauss), la trascendencia que tuvo en Finlandia fue enorme, por lo que aún ahora, es una de las figuras más queridas de la historia del país báltico.
El monumento se encuentra en el relajante parque Sibelius, que da directamente a la costa oeste de la ciudad. El parque, ya fue llamado Parque Sibelius, en vida del artista (1945) que hasta 1957 no murió.
El monumento, elegido por concurso público es obra de Eila Hiltumen y consta de dos partes: una con la cara de Sibelius y otra, la más espectacular que son una serie de tubos de metal de varios tamaños, situados uno al lado del otro. La verdad es que el rostro de Sibelius, también de metal, queda un poco apartado del resto de monumento y esto generó cierta polémica.
Estadio Olímpico de Helsinki
Nos hacía especial ilusión acercarnos hasta el estadio olímpico de Helsinki, el viejo (pero parcialmente renovado) estadio que fue la sede de los Juegos Olímpicos de 1952. El estadio se terminó de construir en 1938, pero la última modernización fue llevada a cabo con motivo de la celebración del Campeonato del Mundo de Atletismo, en 2005.
Helsinki y Finlandia tienen una relación especial con el atletismo. A pesar de tratarse de un país con una población limitada, de Finlandia han salido algunas de las más grandes leyendas de este deporte, como por ejemplo Paavo Nurmi, conocido como el finlandés volador, que fue capaz de batir hasta 22 veces el record mundial de diversas distancias (desde los 1500 metros hasta los 20 kilómetros) y que ganó un puñado de medallas de oro entre los Juegos Olímpicos de 1920, 24 y 28.
En el estadio hay un ascensor que te permite subir las once plantas que te llevan hasta lo alto de la torre de 72 metros. Las vistas de toda la zona, son excepcionales.
Delante del estadio hay un pequeño parque con esculturas de las principales figuras del atletismo finlandés.
Ópera Nacional de Finlandia
Seguimos nuestra ruta por Helsinki, una vez que hemos disfrutado de las alturas desde la torre del estadio Olímpico, tomando la calle Paovo Nurmi para acercarnos hasta la Ópera Nacional de Finlandia, que está situada en una agradable zona en la ribera del lago Töölönlahti, que de hecho, es una especie de bahía que da a mar abierto.
La Opera House, de 1993, de blanco impoluto dispone de 2 auditorios, el principal de los cuales, da cabida a 1350 espectadores.
Al lado del edificio y si se sigue el margen del lago hay un gran parque donde descansar tumbado en el césped, si uno lo desea.
Una vez visitada la zona de la ópera se puede volver al centro en algunos de los autobuses o tranvías que te llevan.
Para un segundo día (de hecho, una excursión de medio día), queda acercarse al pequeño archipiélago donde se sitúa la fortaleza de Suomenlinna, Patrimonio de la Humanidad, y uno de los lugares más importantes del país.