El Castillo de Peles, en Sinaia, será la estrella del primer día del viaje a Rumania. Nos han dicho que el Castillo de Peles, que se encuentra en los Montes Cárpatos de Rumania es uno de los más bonitos del país y uno de los monumentos más imprescindibles que ver en Rumania.
Llegamos a Bucarest a las cinco y media de la mañana en un vuelo directo de la compañía low cost Wizz Air. Has sido tres horas de viaje y el vuelo salió puntual y ha llegado también puntual. La tarifa, muy económica. Nos ha costado más barato que ir de Barcelona a Valencia en tren: 50 euros por persona, ida y vuelta.
Aterrizamos en el aeropuerto de Baneasa, el que utilizan las compañías de bajo coste que aterrizan en Bucarest. Cambiamos los primeros 50 euros en el mismo aeropuerto a un cambio abusivo (2.9 leis por euro), pero no tenemos nada en moneda rumana y la necesitamos para llegar hasta Brasov. Durante todo el viaje no cambiaremos nunca más moneda por debajo de 3.28 leis por euro. Es por ello que os aconsejamos que en el aeropuerto solo cambiéis la moneda necesaria para llegar al centro de la ciudad.
El autobús 783 que sale enfrente de la terminal de llegadas nos lleva en media hora al centro de Bucarest. Bajamos en la Plaza de la Victoria y allí tomamos el metro que nos llevará hasta la estación del norte, donde salen la mayoría de los convoyes que van por todo el país.
Hacemos un poco de tiempo y desayunamos en la estación, hasta que a las 8.30 sale nuestro tren que va hacia Sinaia y que toma dirección norte hacia la cordillera de los Montes Cárpatos de Rumania.
LOS TRENES EN RUMANÍA. DE BUCAREST A SINAIA.
El entramado que hace referencia a los tipos de trenes y precios es difícil de descifrar en un primer momento, pero se sintetiza en que en Rumanía hay cuatro tipos de trenes diferentes: los personal (muy viejos, muy lentos y que paran en cada pueblo. Hay evitarlos a menos que no se tengan más posibilidades y el trayecto sea corto), los accelerat, los rapid y los intercity. Estos dos últimos son los más rápidos, más modernos (podrían encontrarse en cualquier país de occidente) y también los más caros.
En cualquier caso ya os digo ahora que si regresara a Rumanía (y espero poder hacerlo) alquilaría un coche sin duda. Las carreteras me parecieron más que aceptables, igual que la conducción general (aquí podéis mirar cómo obtener un 15% de descuento con el alquiler del coche en Rumanía).
A las 10 de la mañana llegamos a Sinaia, ya en la zona de los Montes Cárpatos rumanos y a 130 kilómetros de la capital, Bucarest. Por suerte podemos dejar las maletas en la consigna de la estación (4.5 L por maleta). En Sinaia visitamos el precioso Castillo de Peles (12L), de finales del siglo XIX y construido por orden del Rey Carol I de Rumania.
VISITA AL CASTILLO DE PELES
Hay quien considera al castillo de Peles como uno de los más bonitos no sólo de Rumanía, sino como uno de los castillos más bellos de Europa. Se trata de una obra mandada construir en 1873 por el monarca Carol i en un estilo ecléctico, que combina el neogótico con el neorrenacentista alemán. Las obras no terminarían hasta 1914.
Aunque el Castillo de Peles debía ser utilizado únicamente como residencia de verano, no se escatimó en su presupuesto, por lo que el rey se hizo traer los materiales más opulentos de la Europa de la época con el fin de decorar su palacio. Encontraremos arañas de luz de Murano, paredes recubiertas con cuero traído de Córdoba o porcelana de Meissen, la primera de Europa o de Sèvres.
También observamos en su interior, la enorme colección armamentística de la que goza, y que cuenta con más de 4000 piezas. La verdad es que es una visita que nos impresiona bastante, y que se aleja de los clásicos castillos medievales donde cuatro muebles de época intentan recrear la atmósfera de la época. Esta es una residencia ornamentalmente muy rica, decorada con todo tipo de materiales nobles. En particular destaca el extraordinario uso de la madera tanto en los muebles como en las esculturas.
El castillo de Peles de Sinaia tiene nada menos que 160 habitaciones y está considerado el primer castillo europeo que disfrutó de corriente eléctrica, que era generada por la planta eléctrica que se localizaba en el río que pasa por el mismo castillo. La aguja central del castillo de Peles, que destaca especialmente, se levanta hasta los 66 metros de altura.
Actualmente, y desde que fue confiscado por los comunistas en 1947, el castillo de Peles se ha convertido en un museo, por lo que su visita no sólo es posible si no altamente recomendable.
El Castillo de Peles, además, está situado en un marco incomparable, en medio de una zona densamente boscosa, donde a primera hora de la mañana la niebla baja hasta media montaña, dando lugar a una estampa ciertamente misteriosa.
Terminada la visita al Castillo de Peles en Sinaia, visitamos el Monasterio de Sinaia, donde hoy, que es domingo, están haciendo misa en su iglesia ortodoxa, la Biserica Mare, de 1842. Como todas las iglesias ortodoxas que visitaremos, la decoración interior es extraordinariamente profusa, sin dejar ninguna pared sin pintar.
Un vez disfrutado del Castillo de Peles y del Monasterio de Sinaia volvemos hacia la estación de tren (gara, la llaman aquí) para tomar un tren que sale a las 14:09 y que llega a las tres de la tarde a la estación de Brasov.