En la región rumana de Bucovina, fronteriza con Ucrania, queremos descubrir los monasterios ortodoxos que forman parte del Patrimonio de la Humanidad y que son uno de los secretos mejor guardados de Europa. Se trata de los Monasterios pintados de Bucovina, que se encuentran entre los más bonitos monasterios ortodoxos del este de Europa. Fue, probablemente, los más espectacular que pudimos visitar en Rumanía.
Hemos pasado la noche en Cluj-Napoca, capital histórica de la región de Transilvania, donde llevamos unos días descubriendo castillos encantados, iglesias fortificadas y leyendas del conde Drácula que no se sabe si son o no ciertas. Pero hoy un trayecto de tren nos llevará hasta Suceava, la capital de la Bucovina Rumana, donde tendremos nuestro campo base para recorrer la zona y conocer los monasterios pintados en cuestión.
CÓMO LLEGAR A SUCEAVA PARA VISITAR LOS MONASTERIOS DE BUCOVINA
Recogemos las maletas en el hotel de Cluj donde nos hemos alojado y nos presentamos en la estación más de media hora antes de que llegue el tren. Ya se sabe: por si acaso,… Como todos los trenes y todos los buses que hemos tomado en Rumanía, este también es puntual y aunque nos cuesta un poco encontrar el compartimiento que tenemos asignado al final lo hayamos. Allí hay una rumana, Lorena, que se alegra de que entremos en su compartimento. Dice que le da miedo viajar sola de noche. Curiosamente tiene asignado exactamente el mismo asiento que nosotros. This is Rumania -nos contesta sonriend-.
Enseguida nos da conversación. Es de ese tipo de gente que se nota que enseguida hace amigos. La sorpresa llega cuando al saber que somos catalanes hace un salto y comienza a hablar español con una dicción perfecta. Dice que lo ha aprendido en las telenovelas de la televisión rumana! En fin, sea o no verdad nos cuenta que tiene veinte años y de paso, su vida de pies a cabeza. Está muy interesada en que pensamos los catalanes de los rumanos y como los vemos.
Charlando sin parar llegamos a la media noche y le hacemos entender que quisiéramos dormir un rato, de modo que tratamos de terminar con la conversación. Somos cuatro en el compartimiento de seis, de modo que no nos podemos tumbar y casi no dormimos en toda la noche. Sólo pequeñas cabezadas, bien cortas todas ellas. Hace mucho calor, el compartimento es incómodo, el tren hace bastante ruido y además, nos da miedo pasarnos de estación, pues nuestro tren llega a Suceava a las 04:09 de la mañana Es decir, una de las peores experiencias en trenes nocturnos que nunca hayamos tenido. De hecho es la primera vez que no tomamos litera para este menester. Quizás lo teníamos que haber cogido, como hicimos en Tailandia, China o India, por ejemplo.
MONASTERIOS DE SUCEAVA Y PATRAUTI
Llegamos a la estación de Suceava norte a las 04:15 de la mañana, exactamente cinco minutos más tarde del horario previsto. Parece que el país es pobre pero la puntualidad extrema en todos los transportes públicos. Estamos un poco cansados porque hemos dormido poco y mal. Isa, más bien nada.
Llamamos a la Mónica del High Class Hostel tal y como habíamos acorado ayer mismo por teléfono. No nos alojamos nunca en albergues y Guest House, básicamente por un tema de comodidad. Preferimos un poco más de comodidad con una habitación para nosotros solos y baño en la habitación. El High Class Hostel es una Guest House muy recomendada en los foros de viajes y que aparentemente tiene dos ventajas y por eso la hemos escogido: Mónica, su propietaria, te viene a recoger a la estación si se lo pides (y esto era importante dado que llegamos a las 4 de la mañana) y ella misma organiza la excursión a los monasterios de Bucovina, que es lo que se viene a hacer en esta región. Además, pensábamos que el hostal contaba con alguna habitación doble, pero esto finalmente no ha sido así, de modo que hemos tenido que compartir dormitorio (de 4 plazas, cada cama, 15 euros) con otros viajeros.
En fin, que nos viene a buscar Mónica y nos lleva al hostel donde nos deja durmiendo. Nos va de maravilla porque así podemos dormir casi tres horas.
Por la mañana, después de comer (en el hostel, hay café y té a cualquier hora), nos dedicamos a visitar la ciudad de Suceava, bastante fea, pero que presenta algunos puntos de interés: visitamos el Monasterio de San Juan el Nuevo, que forma parte de la lista del Patrimonio de la Humanidad, junto con algunas de las iglesias que visitaremos mañana.
Aunque no es tan espectacular como las de Humor o Voronet, la iglesia de este monasterio nos sirve para abrir boca y empezar a disfrutar de un estilo espectacular y peculiar en arquitectura eclesiástica. Las iglesias de esta zona están profusamente decoradas con pinturas murales tanto en el interior como en el exterior. Son imágenes de la vida de Cristo, de la Virgen María, calendarios con los mártires de la iglesia o juicios finales. En la iglesia del Monasterio de San Juan el Nuevo están haciendo misa, de manera que tenemos que volver al cabo de un par de horas. Tanto los murales exteriores (los que se conservan) como los interiores son bien bonitos.
Visitamos también otras iglesias, de arquitectura muy similar a la del Monasterio anterior, pero sin la profusión pictórica de este. Hay varias en la ciudad. También visitamos la Ciudadela a la que llegamos después de una caminata en medio de un refrescante bosque (hoy la temperatura ha bajado y aunque nos hemos abrigado, hace un poco de frío) . La Ciudadela fue edificada a finales del siglo XIV cuando el voivoida Petru Musat trasladó la capital de Moldavia, de Siret a Suceava. Es una fortificación con un gran foso y una muralla, muy interesante, pero que está algo envejecida, dado que los otomanos la volaron al pasar por la ciudad. Fue en 1675.
También nos acercamos caminando hasta el Monasterio de Zamca, que prometía más de lo que finalmente nos ofrece, pues está cerrado. Desde un pequeño cerro vemos sus espectaculares ruinas: un monasterio amurallado construido en 1606 por los armenios, que se habían refugiado en Moldavia.
Desde allí contratamos un taxi. Por 35 Lei acordamos que nos acerque hasta el Monasterio de Patrauti, que está a doce kilómetros, se espere a que hagamos la visita (media hora, le decimos y nos devuelva a Suceava . El Monasterio de Patrauti es uno de los más pequeños de los que forman el conjunto declarado Patrimonio de la Humanidad. Es sin embargo, el más cercano a Suceava y casi nunca llegamos turistas. De hecho, cuando llegamos está cerrado y hay que acercarse hasta la caseta donde vive el monje encargado del Monasterio para que nos lo enseñe. Él mismo nos hace de guía turístico en un excelente inglés. Aunque al principio hacía mala cara y parecía que nos abría de mala gana, finalmente nos hace una visita muy entretenida y podemos disfrutar de los fantásticos frescos del interior. Es más, es el primero de los Monasterios que se fundó en el estilo que luego se haría recurrente y donde los frescos supusieron una auténtica revolución. Los frescos de la tabla votiva, con Esteban el Grande, su mujer y el primogénito Bogdan y la escena de la Cabalgata de los Santos Guerreros son espectaculares y nos anuncian lo que mañana veremos.
Nos ha ido pasado la tarde y cuando llegamos a Suceava hacemos un poco el vago antes de ir a cenar en el céntrico Pub Chagall, donde también hacen cenas. Es bien bonito y hay bastante ambiente. La música está baja y hay bastante luz (no es lo que entenderíamos por un pub en casa) . 1 sopa, 1 pizza, 1 tortilla de queso y dos bebidas nos cuesta 30 leis.
Vamos a dormir pronto. En el hostel, en contra de lo que cabría suponer domina la mediana edad. Más bien pocos jóvenes. Incluso hay un par de alemanes que se deben acercar a los setenta. El ambiente es amable y sosegado.
MONASTERIOS DE HUMOR, VORONET, SUCEVITA Y MOLDOVITA
Hoy es uno de los días más esperados del viaje. Quizás el que más. Toca visitar uno de esos rincones de Europa que aún no se han abierto a la gran masa del turismo a pesar de tener un valor extraordinario: la región de Bucovina y sus extraordinarios monasterios.
Es muy difícil hacer la visita por uno mismo si no se dispone de coche propio, porque las distancias son grandes y las comunicaciones con transporte público escasas en esta región. Además vale la pena contratar un guía para que te explique qué se esconde detrás de cada mural, detrás de cada fresco, no en vano, no somos expertos en temas eclesiásticos, aunque a base de ver iglesias vamos reconociendo fuerza escenas que se repiten, ya sea en los Monasterios de Meteora, en las iglesias de la Vall de Boí o en los Monasterios de Bucovina .
Pensábamos contratar la excursión a Mónica, del hostel, pero resulta que se le ha estropeado el coche, de modo que ella misma nos pone en contacto con Cipriano, un excelente guía, recomendado en la guía Lonely Planet (como él mismo nos hace saber) que por 100 leis cada uno, o sea, unos 30 euros nos llevará a los monasterios más representativos de la zona. Vamos Isa, yo mismo, y un americano de unos cincuenta años, que por las preguntas que hace, si nosotros no sabemos demasiado de la vida de Cristo, él no había oído hablar en su vida.
Salimos a las nueve de la mañana y volvemos pasadas las cinco de la tarde. Me ahorraré detallar cada uno de los monasterios que visitamos, que por este orden fueron el de Humor, el de Voronet, el de Moldovita y el de Sucevita, estos dos últimos después de comer. Lo que sí diré es que hacía un tiempo espléndido y que ha sido una de las jornadas más memorables que recuerdo en nuestros viajes, a la altura de los días que descubrimos Palenque en México, Abu Simbel en Egipto, la Gran Muralla en China o el Taj Mahal en la India.
Obviamente, la monumentalidad es mucho menor que cualquiera de los mencionados, pero la espectacularidad de las pinturas murales que voltean cada uno de los muros exteriores de estos monasterios junto a la extraordinaria vitalidad de los frescos que hay pintados en el interior, y unido a la maravillosa sensación de tranquilidad, hace que esta jornada de hoy haya sido inolvidable.
Es imposible decir cuál de los monasterios (3 L la entrada a cada uno) es el más bonito, todos tienen su encanto y curiosamente su color predominante. Así, si en Sucevita predomina el verde, en Voronet lo hace el azul. Hay escenas del antiguo testamento (el tema del juicio final es recurrente y también encontramos, al menos dos vece, el árbol de Jessé) y del nuevo testamento (muchas imágenes de la pasión de Cristo y de la vida de los Santos y mártires -en forma de calendarios -) . Hay escenas que unen la religión y las conquistas militares (el acoso de Constantinopla es también muy recurrente). Mucho color en esta verdadera historia pintada del Cristianismo. Además, las explicaciones de Cipriano han sido perfectas, dándonos una lección detrás otra de arte, historia y religión. Por cierto, que los monasterios están vivos, y la mayoría, regentados por comunidades de monjas.
Comentarios:
12 comentarios en “MONASTERIOS DE BUCOVINA. Una de las perlas más desconocidas de Europa.”
No nos dio tiempo a conocer los monasterios durante nuestra visita, es sin duda interesante y un buen motivo para volver a Rumanía.
Un saludo viajeros!!
Pues la verdad que merece la pena volver para visitarlos! A nosotros nos pasa lo mismo con Maramures.
Suena a fuera de serie! Algun dia ire! Saludos
Sí, Abel. Un lugar excepcional. Yo espero poder volver a Rumanía, porque me quedó bastante por conocer. en particular, la zona rural de Maramures, que tiene mucho interés.
Un abrazo!
Visitamos Bucovina ! y los monasterios son algo especial!
Conozco mucho europa , viví 14 anios en Alemania. gracias a eso
pude recorrer mucho ……… pero Rumania es un lugar increíble , con
gente amable y respetuosa , donde se encuentra mucha gente que habla
castellano !!!!!!!
Así es, visitar los monasterios fue precioso.
Un abrazo Nora y garcias por pasarte por aquí!